Posteriormente a eso, mi mamá sale de mi habitación y me dice que hará algo de comida. No quiere que me vaya con el estómago vacío, a pesar de que le estoy diciendo que no tengo demasiado apetito. Pero ella insiste en prepararme algo y al verla tan desanimada, no me puedo negar. Al menos aceptando haré que se sienta un poco más feliz. Sé que solo es cuestión de tiempo para que mi progenitora se acostumbre a mi ausencia aquí, pero aunque me vaya, todos los días le enviaré un mensaje temprano en la mañana diciéndole los buenos días. Y por supuesto, la visitaré cada cierto tiempo. Incluso cuando dé a luz, durante un tiempo podrá quedarse en mi nueva casa para que me ayude con todo, hasta que me adapte. Sé que no es necesario que se lo pida, de hecho, ella ya ha dicho que será ella quien se encargue de cuidarme. Seguramente se ha adelantado sabiendo que la madre de Zared también quiere estar involucrada.
Podría estar segura de que mi madre está un poco celosa por eso.
—Mamita linda, ¿en serio crees que me voy a comer toda esa comida? Es demasiado para mí, después me dices que no coma demasiado, pero al mismo tiempo me preparas tanta comida que parece que está destinada a varias personas en lugar de solo a mí. Pero todo huele tan bien, que me lo comería en este preciso instante. -le digo.
—Oye, no seas así. Obviamente es mucho para ti. Claramente tienes que compartirla con Zared. Y tú, solo come la porción de siempre, después de todo, lo hago por tu bien. —anuncia mi mamá, y hago un puchero.
—Bueno, no cambias, eh.
—No, agradece porque estoy cuidando de tu salud. Si fuera por ti, no me puedo ni imaginar lo que comerías. Ay Anastasia, siempre igual, nunca cambias. -me responde.
—Pues sí. -sonrío inocentemente.
Hago una pausa para comer la pequeña porción que mi madre me ha preparado. Mientras como, todavía me faltan algunas cosas por doblar y meter en la maleta, pero mi madre se encarga de esa labor. Retoma lo que he dejado a medias y continúa metiendo diferentes prendas de vestir en el interior de la maleta. Su ayuda aligera mi trabajo.
—Gracias. -le digo.
—No te preocupes. Sinceramente, no sabía que tenías tantas cosas. ¿Vas a dejar algo aquí? Vendré a limpiar tu habitación sin problema. -me dice.
—Sí, voy a dejar algunas prendas de vestir para cuando venga y pueda quedarme. -respondo.
—Me parece una buena idea. -afirma.
—Sí, lo había estado pensando. Después de todo, voy a venir a menudo para verte mamá. Ya vas a ver que no faltará ni un día, o al menos lo haré cuando pueda. Pero trataré de venir con regularidad. Así no me vas a extrañar tanto. Por cierto, ahora más que nunca deberías buscar una pareja. ¿No crees? Así no te vas a quedar sola. -le digo.
—Ay, no sabes cuánto me halaga. Quizás tengas razón o puede que no, pero tampoco quiero forzar las cosas. Si alguien tiene que llegar a mi vida y yo debo estar con alguien, entonces sucederá. Pero no buscaré a nadie ahora. Lo que quiero es centrarme en mi nuevo empleo. Comienzo la semana que viene y es fantástico. Por fin podré volver a trabajar. -me explica.
—¿Has conseguido finalmente el trabajo de la entrevista? -pregunto.
—No, finalmente he conseguido un empleo en otro lugar. Pero no deja de ser una oportunidad muy buena, y me darán un mejor salario que en el trabajo anterior. Por eso he decidido finalmente quedarme con ese puesto de trabajo en un spa. Fui sincera cuando me hicieron la entrevista, ya que no tengo experiencia en absoluto en ello. Pero el hombre que me atendió fue bastante amable y me dijo que nos darán capacitación a las empleadas nuevas. Siempre es bueno incursionar en diferentes actividades y no solo en lo que nos acomoda más. Así que tu madre próximamente podrá incluso tener un día de spa. Lo haré con mucho gusto. -me cuenta emocionada.
—Vaya, sinceramente no pensé que trabajarías en un spa. Pero me alegra mucho por ti que te sientas cómoda con esa idea. -le respondo.
—Sí, además, el trato allí es bueno, por eso me quedaré. -dice ella.
—Respecto a ese tema, se me ha complicado un poco, en realidad me da un poco de vergüenza, no he tenido valor para pedirle ese favor, es por eso que no le he dicho sobre la pastelería, quizás lo intente luego mamá, pero no te aseguro nada, eh.
—Vale... Pero no deberías de tener pena. No es como si le estuvieras pidiendo dinero para que te lo regale, de todos modos se trata de un préstamo, ¿no te parece?
—Pues por supuesto que sí, pero de todas maneras no lo he podido hablar con él, mamá. Como ya te dije, me ha dado un poco de vergüenza.
—Bueno, tómate tu tiempo, eh —apunta y yo le sonrío.
—Bien, gracias por la comida, estaba deliciosa... —expreso y ella suspira.
—No hay de qué. Me alegra que te guste.
...
La casa, es mucho más hermosa ahora que la veo con todos los muebles incluso me doy cuenta pinturas en la pared, que la hacen ver más perfecta. Estoy segura de que ha sido una elección de parte de Zared, y ha dado justo en el clavo, porque me gusta demasiado. No puedo dejar de quedarme maravillada por todo lo que estoy mirando puede apreciar cada centímetro de la casa y se vuelve cada vez más perfecta para mí.
Todo es magnífico. ¡Dios mío! Es increíble que puedo llamar este sitio mi hogar y mi refugio seguro, es mucho mejor cuando lo voy a compartir con la persona a la que amo con todo el corazón. Zaredaparece de pronto detrás de mí y me abraza por la cintura, la sensación es extraordinaria, podría quedarme toda la vida así, si eso fuera posible.
—¿Y bien? La verdad es que no estaba seguro si eres amante del arte y todo lo demás, pero creo que los cuadros van bien siempre en una casa, de todos modos aceptaré tu opinión y puedo hacer modificaciones.
—No, no soy amante del arte pero todo es tan bonito y perfecto. No tengo ninguna objeción Zared, gracias por darme la oportunidad de... —le digo pero no puedo continuar, porque ya comienzo a sentirme abrumada por tantas emociones girando dentro de mí y finalmente comienzo a llorar por eso.
Y él me abraza.