Capítulo 80
1851palabras
2024-02-17 06:10
Los días han pasado volando y en un abrir y cerrar de ojos nos encontramos en la fiesta de la boda de mi amiga Sol. Ella luce radiante en su vestido y me siento emotiva al verla tan feliz. Me alegra muchísimo que haya logrado casarse con el amor de su vida y estén a punto de formar una hermosa familia.
Todas las personas importantes estamos aquí como testigos de cómo Sus sueños se hacen realidad. A mi lado está Zared y me pregunto cuándo será nuestro turno de presenciar todo esto. Sé que será aún más maravilloso e inolvidable para mí.
Es reconfortante saber que las cosas entre nosotros han mejorado mucho. Desde aquel día, nuestra conversación ha tenido el efecto que buscábamos. No podemos dejar pasar más tiempo, ya que todo empeoraría. Afortunadamente, tuvimos esa plática en el momento adecuado para solucionar nuestras diferencias y avanzar juntos.

Llegó el momento de la foto y todos quieren tener un bonito recuerdo con la novia, que luce fenomenal. Espero pacientemente mi turno para la foto, que será un hermoso recuerdo para cada uno de los presentes.
Es maravilloso ser parte de esta unión, algo que jamás olvidaré.
La fiesta apenas comienza y los novios, luego de bailar en pareja, nos invitan a bailar una pieza en el centro. Yo aún estoy sentada y Zared está disfrutando tranquilamente de una copa de vino en su sitio. De repente, la deja en la mesa y me extiende la mano, invitándome a bailar esa pieza.
- Ven, bailemos.
No quiero negarme a bailar con él, porque realmente quiero hacerlo. Sin embargo, al estar embarazada, siento más incomodidad en los pies y sé que el cansancio llegará en cualquier momento. Aun así, decido aceptar su mano y bailar junto a él, como todos los demás están haciendo. Es maravilloso poder estar así con Zared, dejando los problemas en el pasado y sabiendo que, si surgen embrollos, podremos solucionarlos hablando. Contar con una persona como él a mi lado es verdaderamente gratificante.
Ahora puedo estar segura de que solo necesitábamos tiempo. Todo lo malo que hemos vivido nos ha servido de lección para poder estar bien en el presente. Zared coloca sus manos en mi espalda baja y cintura, sus ojos conectan con los míos y no puedo evitar sonreír. Estoy completamente enamorada de este hombre, es todo para mí y no puedo imaginar una vida sin él.

- Seguramente ya te lo había dicho, pero no me resisto a decirte nuevamente lo hermosa que estás hoy. Estás más preciosa que nunca -me dice con amor y acaricia suavemente mi mejilla. Suspiro, realmente me encanta que tenga detalles así conmigo. Cada día me enamoro más de él.
- Sí, he perdido la cuenta de cuántas veces me lo has dicho, pero me encanta que me lo recuerdes. Me hace saber que estoy con el hombre adecuado, alguien con quien deseo compartir el resto de mi vida.
- También quiero estar contigo para siempre. ¿Quieres que te diga algo más?
- Mmm...

- He decidido que deberíamos irnos de viaje. Ya lo he planificado todo, solo necesito que me digas si quieres ir. Nuestro destino será Francia. ¿Nunca has estado allí?
- Claro, nunca he ido. No he tenido la oportunidad por falta de dinero. Me hace muy feliz saber que podré conocer París contigo. ¿En serio has organizado todo esto sin decírmelo?
- Digamos que quería darte una sorpresa, pero al final decidí mencionártelo -me dice con una sonrisa en los labios y me besa.
- No estamos solos...
- ¿Y eso qué? -se encoge de hombros y solo pido paciencia.
- Está bien... -es lo único que siento y mis mejillas se sonrojan.
La fiesta es inolvidable. Todos la están pasando bien. Sol ríe junto a su esposa, Alex luce elegante en su traje negro. Son realmente adorables.
- Sol ahora es toda una mujer casada -susurro sin darme cuenta de haberlo dicho en voz alta y Zared escucha, haciéndome mirarlo. Así lo hago.
- ¿Es lo que yo creo...?
- ¿De qué hablas?
- De casarnos. ¿Es eso lo que también deseas? -pregunta y asiento con la cabeza, pero inmediatamente intento negar.
- No, no es eso. Solo lo dije porque sé que ella había soñado mucho con este momento...
Ahora me pone un poco nerviosa la forma en que me mira Zared, como si supiera que no estoy diciendo la verdad sobre el tema. Pero en realidad estoy tratando de mentir.
- Yo quiero eso contigo, verte con un hermoso vestido de novia... ¿Y tú qué piensas? -me pregunta y sonrío.
- Quiero casarme contigo, pero esperaré el momento adecuado. No hay prisa...
- Sé que no hay prisa, pero también sé que quiero estar así contigo en el futuro. Antes de lo que imaginas, seremos nosotros, como ellos -señala a mi amiga y su esposo.
Suspiro.
Nunca antes habíamos hablado del matrimonio y de repente surge el tema de esta manera. Me gusta que él también haya pensado en eso. Es reconfortante saber que comparte la misma ilusión de vernos así en el futuro.
La verdad, pensé que solo yo lo había imaginado.
Días después...
Mi madre parece que en cualquier momento se pondrá a llorar y yo no quiero verla así. Ha llegado el momento de irme de casa, todavía estoy empacando algunas cosas. Sinceramente, voy a echar de menos este lugar. Después de todo, he pasado muchísimo tiempo de mi vida aquí, junto a mi madre... a quién también extrañaré mucho. Ella me mira con ojos tristes y realmente no quiero irme, pero sé que eso es necesario. Después de todo, ya estoy por comenzar una nueva vida.
Sí, junto a Zared, iré a vivir.
Mientras estoy recogiendo algunas cosas de mi habitación, me pongo a reflexionar en cómo han pasado las cosas y también en el tiempo que pasa volando. Además de eso, las circunstancias cambian de un momento a otro. Jamás me hubiera imaginado que en ese momento estaría yéndome a vivir con Zared, el hombre que conocí ese día y me invitó a comer en ese restaurante. Es verdad que la vida da giros inesperados y te conecta en tu futuro con personas a las que pensaste que solo podrías ver una sola vez en la vida. Es increíble cómo sucede todo... aunque me gusta creer que nosotros estábamos destinados a encontrarnos en cualquier momento de nuestras vidas. Fue de la forma menos inesperada, pero de todos modos pasó.
Ahora ambos estamos dirigidos a construir un camino en el que podamos caminar juntos. Pese a las diferencias, ambos vamos a poder seguir adelante, incluso si se nos vienen encima un montón más de adversidades. De todos modos, mi madre me ha dicho que los problemas en pareja son normales, lo importante es saber cómo solucionarlos. Sí, por supuesto, no dejar pasar el tiempo, ya que ese sería un grave error que muchos cometen.
—Ay, me parece sorprendente que ahora sí te vas de casa de verdad. Todavía recuerdo cuando eras una pequeña. Aunque esos días me llenan de tristeza, me habría gustado ser una mejor madre para ti... pero mira nada más en lo que te has convertido, Anastasia. Eres toda una mujer y vas a formar tu propia familia. Eso me pone contenta, me alegra el alma verdaderamente. Pero si me ves así es porque te voy a extrañar, demasiado. Y es que todos esos años me he acostumbrado a tu presencia. Ahora que te vas estaré sola, pero no tienes que preocuparte...
—Mami, sabes muy bien que voy a venir a verte cuando pueda y tú también puedes visitarme las veces que desees, incluso te puedes quedar allá. Oye... mamá, no es como si me estuviera yendo del país y no me vas a ver más nunca. Incluso si de eso se trata, no sería la última vez que me vas a ver. Así que, te lo pido, deja de llorar, anda. Que también me harás llorar a mí, ¿eh? —señalo y ella se quita una lágrima, luego asiente.
—Cariño, tienes toda la razón, no tengo por qué estar llorando... No se trata de una despedida permanente, simplemente me pone muy sentimental que vayas a dejar la casa. Por otra parte, te deseo con todo el corazón que puedas estar bien. Ya sabes, no es algo nuevo para ti la vida en pareja, pero te vas a acostumbrar. Espero que Zared realmente sepa valorar a la maravillosa mujer que tiene a su lado y si te hace algo malo, no dudes en decírmelo que se las verá conmigo, ¿eh? —asegura y me saca una sonrisa por ser tan protectora conmigo.
—Gracias. Pero no creo que sea necesario, mamá. Últimamente, Zared ha sido más considerado conmigo que antes. Al final de todo, es más cercano. No te imaginas el alivio que se siente saber que todo ya está solucionado, que ahora llegó el momento de irnos a vivir juntos. Todo esto es un gran paso para mí. No te lo había contado todavía, pero al parecer nos vamos de viaje a Francia. No puedo creer que por primera vez en mi vida voy a conocer un país tan hermoso como ese. Solo había soñado con verlo en mis sueños, pero ahora sí se hará realidad gracias a él. Este viaje será bueno para ambos, nos acercará un poco más. Aunque todo este tiempo ya lo hemos estado haciendo.
—¿En serio vas a viajar a París? Eso me parece una maravillosa noticia. Tampoco he ido nunca. Me pone demasiado contenta que puedas conocer nuevos lugares. La vida es demasiado corta para no hacerlo, aunque no todos tenemos las mismas oportunidades. Y ahora que tienes esa oportunidad, aprovéchala, ¿eh? Vaya, qué lugar tan lindo ha escogido Zared. ¿Será que te pedirá matrimonio en París? Eso podría ser una posibilidad. No te quiero ilusionar o algo parecido, pero esa urbe es conocida por ser la ciudad del amor... Me parece que tiene sentido lo que estoy pensando. Dios mío, posiblemente Zaredde verdad te va a pedir matrimonio y eso sería algo maravilloso.
—Ay mamá, yo no creo que se trate de eso, no tiene nada que ver. De todos modos, el viaje lo voy a disfrutar, sea que me pida matrimonio o no. Me parecerá perfecto solo con el hecho de estar a su lado —le digo, aunque también me quedo reflexionando sobre esa posibilidad de que me lo pida.
¿Quién sabe...
Zared me dijo que llegará en el momento adecuado. Puede suceder en París o en otro sitio, pero no me voy a meter de lleno en ese tema. Al final, podría ser que simplemente no me pida matrimonio en París y lo haga en otro lugar, incluso podría ser dentro de un año... Nada de eso lo sé con certeza, solo sé que no quiero precipitar las cosas entre nosotros y tampoco quiero que se sienta forzado a una unión marital si todavía no lo quiere. Las cosas, cuando se dan con naturalidad, son mejores y se sienten más verdaderas. De otra forma, no es lo mismo.