Capítulo 78
1493palabras
2024-02-17 06:10
P.O.V. Zared
Anastasia estaba a punto de ponerse a llorar y yo simplemente no quiero verla así, pero sé que las mujeres embarazadas suelen ser aún más sensibles, así que ella no ha dejado de llorar en ningún momento y tomo su mano. Es un alivio que no exija que la suelte. Lo agradezco.
- ¿Crees que...

- Zared, por supuesto me quiero separar de ti y todo esto me ha dejado saber qué es imposible vivir sin ti, quiero que estemos juntos, que las cosas se solucionen lo antes posible. No será de la noche a la mañana, pero he comprendido que para que eso sea posible, yo también tengo que poner de mi parte, es por eso que he tomado la decisión de finalmente ir a recibir la ayuda psicológica de la que tanto había hablado mi madre, y cada uno de ustedes antes de irnos a vivir juntos quisiera tomarme un tiempo para mí. Pero... El tiempo que necesito no serán más que algunas semanas, ¿de acuerdo?
- Me parece bien. Yo... Acabo de rechazar un proyecto que tenía para llevar a cabo en Qatar, antes era algo importante para mí, pero ahora me importa más pasar tiempo contigo que un proyecto que me quitará demasiado tiempo.
- Pero Zared, yo tengo entendido que siempre ha sido tu sueño poder hacer ese proyecto en Qatar, ahora que lo cambies de un momento a otro, es demasiado raro -me dice y yo sonrío.
- No es demasiado extraño, cuando quiero ponerte a ti en primer lugar y a nuestra hija. Quiero estar presente para su nacimiento y que no sea ningún problema o un inconveniente en mi trabajo. ¿De acuerdo? -expreso y ella parece entender.
- De todas maneras no dejo de pensarte, qué es algo con lo que habías estado soñando y ahora que lo tengas que cambiar por ponerme a mí en primer lugar... de la verdad son ese tipo de cosas que no quiero que se repitan... no quiero que por mi culpa tus proyectos y trabajos se vean afectados. ¿De verdad se te hace imposible llevar a cabo de ese proyecto?
- No quiero tener que viajar constantemente al exterior y quedarme durante largos períodos, lejos de ti. Es por eso que prefiero decir que no y que alguien más se ocupe de hacer ese trabajo, pero yo no lo haré. Ya he tomado una decisión con respecto a eso, así que no te preocupes -declaro.

- Zared...
- Ya no hablemos más sobre el trabajo y vamos a centrarnos en lo más importante que somos ambos. ¿Entonces comenzarás a ver a un psicólogo?
- Acabo de decirte que eso es lo que haré y luego de algunas semanas me mudaré a la casa nueva. Ahora, me siento más segura con mi madre -me expresa deslizando una ligera sonrisa y es suficiente para contagiarme también a mí, ella es tan hermosa, que definitivamente no debería de ponerse triste nunca.
- De acuerdo.

- Vale. ¿Algo más que me tengas que decir?
- Sí...
La charla se extiende solamente un poco más y al cabo de un tiempo ya es posible irnos, así como hemos quedado... decido irme directamente hacia la casa de mis padres, es increíble que será la primera vez que tanto Sol como ellos se verán en persona. Ciertamente Anastasia podría estar un poco nerviosa por ser la primera vez. En aquel momento cuando mi madre fue al hospital no se atrevió a pasar a la habitación pero la conversación que tuvimos fue suficiente para darme cuenta de que ella estaba dispuesta a cambiar.
Estoy seguro de que en este momento mis padres se encuentran en la casa, así que no es necesario marcar a su número de teléfono para asegurarme de que realmente estén aquí, en todo este tiempo no han dejado de estar mamá o papá en casa debido a mi hermana, no la quieren dejar a solas. Saben que ella no está bien.
Mamá mira con sorpresa a Anastasia y cuando finalmente la mira a los ojos, parece que ambas están incómodas. Yo soy el tercero en cuestión, hablando para romper un poco de tensión que se está extendiendo, que incluso yo soy capaz de palpar.
- Mamá, Anastasia ha venido a ver a Rebeca. Hace tiempo que no conversa con ella y por eso ha venido conmigo para poder hablar con ella un rato. ¿Mi hermana todavía se encuentra en la habitación? - quiero saber y ella todavía no es capaz de pronunciar una sola palabra, la presencia de Anastasia la ha dejado aturdida. Así que, por eso no sabe que responder.
- Pues sí... Anastasia - dice su nombre por fin y avanza hacia ella, de manera que Anastacia amablemente le tiende la mano.
- Yo... Es un placer por fin volver a verle - menciona. Después de todo, Anastasia vio a mi madre en esa boutique, por eso lo dice.
- Lo mismo digo, por favor, pasen. ¿Han comido?
Me doy cuenta de que mi madre es demasiado atenta, más de lo que yo había esperado de su parte, y sé que en el fondo de su ser se siente culpable por todo lo que ha pasado anteriormente. Ahora, de alguna u otra forma intenta imitar lo indiferente y despectiva que fue con Anastasia.
- Sí, madre, ya hemos comido. Entonces llevaré a Anastasia con Rebeca, y ya regreso contigo, ¿eh? - señalo, antes de acompañarla a la parte de arriba.
Rebeca suele estar demasiado en su habitación y más últimamente. Ella cuando me ve, se emociona bastante, pero nada comparado al darse cuenta de que también se encuentra allí Anastasia, y la abraza, no la quiere soltar. Decido hacer lo correcto y alejarme para dejarlas a solas, de seguro tienen demasiado por contarse.
Es preferible en este caso darles privacidad. Mientras tanto, vuelvo con mi madre que se encuentra en la cocina. Pero no preparando nada, para eso está la servidumbre que se encarga incluso de la comida.
- Oye. ¿Por qué no me avisaste que vendrías con ella?
- ¿Por qué tendría que hacerlo?
- Hijo, no te lo estoy diciendo por nada malo, simplemente es que me ha tomado por sorpresa, ni estaba preparada para recibirla. Sabes que ella y yo jamás hemos interactuado y de seguro me cree...
- No importa, en realidad Anastasia no es ese tipo de persona que siempre guarda rencor o algo parecido, ella puedo asegurar que te ve como su suegra, como la futura abuela de nuestro bebé. Si te cuesta creerlo es porque no sueles hacer lo mismo, pero no te tienes que preocupar por nada, en serio no es alguien que lleva cuenta del daño.
- Vale, lo que tú digas - menciona, pero en realidad no parece muy convencida de lo que le estoy diciendo.
- ¿Por qué tendrías que preocuparte cuando tienes ahora la oportunidad de hablar con ella y entablar una conversación como cualquier persona?
- No, no lo había pensado. O sí, pero al final ni siquiera sé cómo hacerlo, es fácil decir que podemos hablar de cualquier cosa, pero no es así, no es tan fácil, hijo. De todas maneras, tienes razón. Lo que estás diciendo debería intentarlo y es menos complicado de lo que creo. Aunque tampoco es fácil. Así que... - expira -. ¿Hay algo que a Anastasia le guste comer?
Abro los ojos de par en par, sorprendido de que mi madre de pronto se vea interesada en prepararle algo, aunque ella no cocina nunca. No me lo puedo creer. ¿En serio hará eso? Es muy extraño.
- ¿Vas a cocinar? Eso sí que es algo lejano a ti, mamá. Tengo curiosidad por saber qué es lo que vas a cocinar, ¿eh? - señalo y ella me mira poniendo los ojos en blanco.
- Pues, fíjate que últimamente me la he pasado intentando hacer algo de comida, no sé, se me da bastante bien. Pero estoy aprendiendo. No soy la única que no puede cocinar como Anastasia...
- ¿Te refieres a la madre de Anastasia? Ella es muy buena en eso, podrías pedirle algunos consejos de cocina - le digo, solo para ver su cara de enfado, que de inmediato se hace evidente.
- Pues no, ¿cómo crees que haré eso? Además, no necesito de nadie para mejorar en la cocina, puedo hacerlo por mí misma y la madre de ella no es la única que sabe.
Creo que mamá está celosa. Lo mejor es no decir nada más y solo sonreír.
- Ella amaría cualquier cosa que prepares, sería un bonito gesto de tu parte, ¿eh? - anuncio y ella sonríe.
- Si ese es el caso, haré un sándwich, no quiero que luego se queje del mal sabor.
No puedo evitar reírme.
Pero dejo de reírme cuando veo que mi madre me está mirando con malos ojos, para ella no es ningún chiste, no debería seguir riéndome entonces.