Capítulo 58
1489palabras
2024-02-17 05:42
—... Supongo que ya te ha llegado el paquete, espero que ahora te des cuenta de que no estoy bromeando, yo estoy siendo sincera contigo y allí están las pruebas, la razón por la que no puedes estar cerca de Zared, tienes que respetar su elección, al final solo le pareces atractiva porque se la recuerdas no hay nada u otra conexión que tengas con él. Así que déjalo de una vez.
—¿Por qué te haría caso? Dime de una vez por todas. Porque no tiene sentido. ¿Y quién rayos eres?
—Créeme que ya sabes mi nombre, así que no es necesario volver a decirte cómo me llamo, solo piensa un poco y te darás cuenta de que es así, otra cosa que te quería comentar es que también conoces a la chica de la foto, la has visto en persona... es increíble que no hayas capturado el parecido. ¿No te parece que tú y ella son un poco similares?

Paso saliva con dificultad y vuelvo a clavar los ojos en el reverso de esa foto.
«Imaginaré que nuestros días nunca tendrán un final, porque cada momento a tu lado se siente infinito».
Y ciertamente hay una peculiaridad familiar entre la chica y yo.
—No, no sé de qué hablas.
—¿Sabes cómo me siento al verte con Zared? ¡Furiosa! —alejo rápidamente el teléfono de mí, para evitar escuchar su voz fuerte —. N-no, no puedes seguir con él y te estoy dando varios días para que te alejes y no regreses más nunca.
—Está demente, , eres una persona que no está bien de la cabeza y no te haré caso. Solamente me intentas asustar y de seguro me mientes. ¡¿Qué demonios es lo que quieres de mí?! —escupo cansada de que me siga amenazando y diciendo todo eso.

Yo no me voy alejar de Zared porque ella me lo dice. Eso nunca. Así que puede estar segura de que no haré eso.
—Ya sabes lo que quiero de ti y es que te alejes de Zared. ¡Hazlo porque yo estoy segura de que no me quieres ver enfadada! Eso será peor para ti, te vas a lamentar...
—¿Por qué tendría que alejarme? ¿Qué ganas con eso? Yo... Le diré a Zared lo que está pasando.
—Y yo le haré daño, después de todo es algo que vengo imaginando desde hace tiempo. Ve, ve y dile todo, pero asegúrate de despedirte también, porque entonces será la última vez que lo puedas ver a la cara. Solo te pido que te vayas mientras te estoy dando la oportunidad...

Me tiemblan todas las extremidades, mientras la estoy escuchando. No quiero alejarme de Zared por esto y tampoco que él se encuentre en peligro. Si le pasa algo, me culparé profundamente por ello. Y no quiero que eso pase. No deseo que nada terrible le ocurra. Me da mucha rabia que ella me amenace con eso.
—No, no por favor...
—Al fin estás dándote cuenta de que no tomo del pelo a nadie y cuando digo algo, entonces cumplo con mi palabra, que estés embarazada eso es irrelevante para mí. Vete lejos con tu madre y no regreses nunca más, te aseguro que de esa manera no te pasará absolutamente nada te estoy dando mi palabra de que eso será así, ciertamente no te tocaré ni un solo pelo si haces lo que te estoy diciendo.
Es tan dura. Pero no está bromeando en ningún momento y debería de hacerle caso, debería de huir demasiado lejos con tal de salvarme a mí y a mi pequeña. Pero no voy a tomar una decisión como esa, solo porque una desconocida a través de una línea, que ni siquiera se atreve a decírmelo de frente, me lo está diciendo. Simplemente no puedo hacer el gusto y hacerla sentir más poderosa que yo, cómo si pudiera manejar manejar mi vida a su antojo. Eso no es así.
—No, puedes amenazarme todo lo que quieras, pero no te haré caso, no haré nada de lo que estás diciendo, porque tú no eres más importante que yo, además no me importa cuál sea tu maldito problema con Zared y tu manera de hacer las cosas, eso es algo que no me interesa en absoluto, puedes irte al infierno, déjame en paz... tus amenazas son tan estúpidas no tienes idea de con quién te estás metiendo, Zared no tardaría en hacer algo con tal de salvarme —aseguro, a pesar de que la voz me quiere fallar.
Y luego de eso, cuelgo la llamada porque no quiero seguir escuchando a una persona como ella. Estoy segura de que ya es momento de comentarle esto a Zared, porque definitivamente quedarme callada será un error. No guardaré silencio esta vez. No cometeré el error de quedarme en silencio cuando se que mi vida podría estar realmente en peligro.
Ahora suena como una buena idea el hecho de que Zared me ponga un guardaespalda, antes podría sonar como una locura, pero ya no es algo desatinado. Me sentiré más segura con alguien detrás mío, a donde vaya, ya es momento de que le dé mi respuesta sobre eso y admita que si es necesario. Pero incluso si no le digo, ya con solo contarle lo de la llamada y todo lo que está pasando, lo hará. Supongo que Zared en este momento está trabajando.
Tal vez puedo acercarme a su trabajo, tomar un taxi que me lleve hasta hace compañía y poder hablar con él. Ya ni siquiera soporto estar sola en casa y miro todos lados con la paranoia adueñándose de mí.
A nadie le deseo que pase por una situación como esta, se siente feo, como si estuvieras atrapada a pesar de no estar así. Pero la sensación de ahogo que quema tu pecho es más real de lo que crees. Trago con dureza... Debería de ir ahora mismo.
Sí, es lo que haré. Y me llevo varias fotos conmigo, como una prueba de ello.
¡Dios! Que nerviosa me siento.
Empiezo a buscar mis cosas para salir de la casa y dirigirme rápidamente a la oficina de Zared, cuando de pronto me siento seguida, incluso cuando estoy bajando las escaleras, miro hacia atrás pero no viene absolutamente nadie, soy la única aquí en el edificio... mi cabeza me está pasando una mala jugada, estoy pensando tanto en todo eso, que me tomo demasiado en serio las palabras de esa mujer, que ya estoy asustada y siento que me está persiguiendo pero la verdad es que nada de eso está pasando.
Solo tengo demasiado miedo y todo tipo de imaginaciones vienen a mi mente. No debería de sentir más o de darle el gusto a esa mujer. Lamentablemente es así como me siento y me detengo de pronto, porque repentinamente ya no puedo dar otro paso. Siento que la respiración me falta y sobre el peldaño de la escalera tomo asiento para tratar de recuperarme. Es imposible que no me sienta así después de todo.
¿Por qué todo tiene que volverse tan difícil para mí, y hasta la felicidad inalcanzable? Es así como he tenido que vivir todo este tiempo. Insegura de lo que soy capaz y también alejada de la felicidad plena. Ahora que intento hacerme a la idea de una nueva vida, todo vuelve a cambiar de forma inesperada. El señor de la entrada que viene subiendo de pronto se me queda mirando y se preocupa al verme allí.
—Anastasia. ¿Te ha pasado algo?
—Yo... Solo no me siento muy bien.
—En ese caso creo que deberías volver a casa no salgas si estás, sintiéndote mal —me aconseja. Tiene razón, no hay razón para que salgas si me voy a sentir tan mal. Pero no puedo perder más el tiempo. Tengo que poner al tanto va a Zared de lo que está ocurriendo.
—No créame que no es necesario, solo necesito un momento para recuperar el aliento, es que son tantas escaleras que ya me canso demasiado pronto por mi embarazo.
—Pues fíjese que tiene toda la razón del mundo, son muchas escaleras, debería de haber un ascensor. Tan solo así no se cansaría mucho. ¿Quiero beber un poco de agua?
—No, así estoy bien —emito, pero no estoy segura de eso.
De pronto me estoy sintiendo mareada y también inestable. Es la preocupación excesiva la que me tiene así, lo sé. Estoy segura de que todo lo que está pasando es la culpable de mi inquietud, por lo tanto, no dejaré de sentirme así, por mucho que lo intente.
—Eso no parece ser el caso, así que iré a buscar un vaso de agua —insiste él, antes de desaparecer de mi campo de visión y yo me quedo a solas.
Entonces cuando menos lo espero, algo me golpea mi cabeza y pierdo la conciencia, la oscuridad se adueña de mí, y el temor me sobrepasa en decibeles.
No sé que qué será de mí.
Pero tengo mucho miedo.