Capítulo 50
1008palabras
2024-02-17 05:15
Pero Rebeca no me dice nada que me haga sentir incómoda, solo me saluda cariñosamente y me da un beso en la mejilla, así que yo le devuelvo el gesto.
Al parecer está contenta de verme, y yo también me siento igual, pero hubiera preferido no encontrármela así, es bastante obvio lo que ha pasado entre Zared y yo por el hecho de que solo llevo puesta su camisa.
—Anastasia, espero que estés bien. Sinceramente no esperaba encontrarte aquí, pero me alegra mucho... Como puedes ver, estoy un poco desorientada en la cocina. Le prometí a mi hermano que le prepararía el desayuno, ahora que lo hago mejor me siento más confiada, pero sigo metiéndome en líos porque parece que la cocina y yo no nos llevamos muy bien. Tal vez podrías echarme una mano, sé que eres excelente en esto.

—La verdad es que puedo preparar un desayuno americano sin problemas, pero no soy una experta en el tema... Creo que se me dan mejor los postres. De todos modos, puedo ayudarte.
—Eres un sol, de verdad. Todo estaba bien, pero me empecé a enredar rápidamente y ahora la cocina es un desastre. También tengo que limpiar, porque a Zared no le gusta ver su cocina así de sucia y seguro se va a enfadar conmigo. Por cierto, ¿cómo es posible que mi hermano todavía no se haya levantado? Tiene que ir a trabajar, es tan puntual con su horario que me parece extraño que se haya quedado dormido, aunque después de verte me imagino que estará cansado...
La última expresión de Rebeca me deja un poco confundida y me sonrojo aún más. Sé a qué se refiere y solo puedo aclarar mi garganta y seguir cocinando los huevos revueltos y el tocino.
—Estás muy linda, Anastasia. En serio, incluso con el cabello revuelto y solo una camisa, luces espectacular...
—Ay, no seas exagerada -hago un gesto y ella sonríe-. Luces realmente mal.
—Yo no lo creo. Estás linda. ¿Te he dicho que pronto me iré a vivir con mis padres? Mi madre quiere que esté con ellos para poder cuidarme. La verdad es que el comportamiento de mi mamá ha mejorado y se está involucrando mucho en mi embarazo. Yo pensé que las cosas serían igual o incluso peor, que nuestra relación no tendría marcha atrás, pero todo está volviendo a la normalidad y eso me alegra mucho.

—Oh, me alegra mucho que tus padres te estén apoyando y te quieran mucho.
Ella hace una mueca.
—Yo también me siento agradecida por eso, pero estaba pensando en otra cosa. Papá y mamá deberían pensar que Zared también tendrá un hijo. A pesar de que aceptan mi embarazo, no hacen lo mismo cuando les hablo de ti. ¿Crees que no les hablo sobre la maravillosa persona que eres y todo lo que has hecho por mí? Anastasia, estoy cansada de repetir lo mismo e intentar convencer a mis padres de que te vean como alguien adecuada para Zared. Para ellos, el problema es que no tienes dinero.
—Oye, créeme que no tienes que hacer eso. También puedo entender cómo se sienten tus padres. Es una situación complicada y me hace sentir mal, la verdad... No me voy a mentir a mí misma, sé que Zared y yo somos completamente diferentes... Tal vez esperaban que estuviera en una relación con alguien adinerado, que estuviera a su nivel, y claramente yo no lo estoy -admito, y ella me mira con desaprobación.

—No, no digas eso. Creo que en mi hermano no podría encontrar a una mujer más maravillosa que tú, así que nunca te menosprecies. La posición social es lo de menos, su problema es que están metidos en todo eso, que creen que todo podría ser un negocio. Así que no pienses en ti de esa manera otra vez. Muchas veces, el dinero los ciega y les nubla la visión. Por ejemplo, cuando Zared estaba en una relación con Samantha, ellos no se opusieron. De hecho, la familia de Samantha es adinerada, tienen mucho dinero... Son del mismo círculo, por eso no había motivos para oponerse. Pero mira cómo resultó ella... una persona adicta a las drogas y lamentablemente terminó siendo asesinada.
—Sí, es realmente triste lo que le pasó a esa chica. Entiendo tu punto... Pero eso no cambiará la forma en que veo las cosas. No dejaré de ser insignificante para tus padres y seguro me echan la culpa por meterme con Zared, cuando fue una decisión de los dos. No me gusta pensar demasiado en eso, solo quiero centrarme en mi bebé, no ponerme triste. Tal vez, cuando nazca la niña, ellos podrían cambiar para bien, pero eso solo es un pensamiento.
Ella se ríe.
—Definitivamente no conoces a mis padres, jamás esperes eso de ellos. No son del tipo que se disculpan. Así que no te hagas ilusiones -declara.
Trago duro.
Lo peor de todo es que no los he conocido en persona en todo este tiempo. Así que no puedo decir cómo son en realidad. Pero Rebeca me pone al tanto de sus aterradoras personalidades.
—Oh, supongo que debo tomarlo como una advertencia de lo que no va a suceder. Creo que puedo vivir con eso. Aunque no deja de entristecerme que no puedan ser diferentes, al menos en una ocasión en su vida. Al final, todo padre solo quiere la felicidad de su hijo, pero entiendo que ellos sean así.
—No, no los entiendas. Nadie debería oponerse a la relación de alguien. Lo mismo me pasó cuando me fijé en Daniel, y ahora sé que fue un grave error elegirlo. Pero en ese momento no lo sabía y ellos simplemente se negaron a que estuviera contigo, un chico mayor y encima periodista. Siempre siento que mis padres guardan muchos secretos y no es buena idea acercarse a la prensa, ya sabes cómo tergiversan los hechos y cómo especulan con los secretos.
—Oh, y justo porque ustedes están en este mundo deben cuidarse de lo que se dice en la prensa, eso creo...