No esperaba que me dijeras eso. No quiero indagar sobre ese tema, me resulta desconsolador y traumático recordarlo. Después de mi silencio, pasan algunos minutos en los que no dices nada. No quiero sonar despectivo ni nada parecido, solo directo y que no te quede la menor duda de que esa pulsera es simplemente una pulsera sin ningún significado, aunque la realidad sea otra. Pero no puedo comentártelo a ti. No sé si podré hacerlo en el futuro, en realidad, todo esto también es muy duro para mí.
Tanto es así que no me gusta hablar de ello con nadie, prefiero guardar silencio. Eso es lo que seguiré haciendo.
Leah... Su nombre viene a mi mente cada vez que mencionan la pulsera. ¿Es demasiado ridículo decir que les regalé una pulsera porque esos ojos y su sonrisa me parecieron los mismos gestos de Leah? Eso no tendría ningún sentido, hasta mamá lo sabe.
- Oh, claro. Es solo una pulsera...
- No te lo tomes a mal por favor, solo te estoy aclarando que no hay nada extraño detrás de una...
- No, no tienes que decirme nada, lo he entendido perfectamente, así que no te preocupes - responde rápidamente. Pero puedo darme cuenta de que su voz me dice lo contrario.
- Vale. ¿Hay algo más que quisieras decirme?
- De hecho sí, porque mi mamá me está preguntando cuándo podrá conocerte. Es todo, necesito saber cuándo podrán conocerse y estaba pensando en una cena o algo así... Tal vez podrían venir a casa. ¿Qué dices? - pregunta y me quedo pensando.
- Podría ser aquí, ¿de acuerdo? - propongo - Tú y tu mamá pueden venir a casa, mi hermana también estaría presente.
- Claro que sí - responde.
- Vale. Entonces ya está acordado que lo haremos aquí.
- Ok. Gracias.
- Oye... ¿Quieres que sea niño o niña? - pregunto sosteniendo la ecografía que me dio, que he tomado de la mesita de noche.
- Lo que sea, solo quiero que sea un bebé sano y fuerte. ¿Y tú? - quiere saber.
Debería decirle lo mismo, aunque en realidad quiero que sea un niño.
- Pienso igual que tú, no hay nada más importante que tener un bebé saludable. Estaré feliz tanto si es niña como niño, eh - comento.
- Algo me dice que prefieres que sea niño, o ¿me equivoco en mi intuición?
- No, no te equivocas. Pero si no es así... en realidad también me emociona la idea de tener una niña.
Y ella se echa a reír. Sabe que miento.
Sol está conmigo y se muestra maravillada por todo lo que le cuento. Se siente tranquila al saber que finalmente contaré con el apoyo de Zared. Me abraza y me dice palabras hermosas que me aseguran que mi vida va por el rumbo correcto.
Antes no pensaba de esta manera, pero todo ha cambiado y ahora me siento tranquila y segura. Tengo el apoyo de Zared, mi mamá, mi mejor amiga y hasta Rebeca, quien ha sido muy amable conmigo. No desperdiciaré ni un segundo y aprovecharé al máximo todo lo que está sucediendo en mi vida. Además, me siento afortunada de recibir la bendición de un bebé.
Siento una paz infinita que me envuelve en este preciso momento de mi vida. Todo está yendo de maravilla y no puedo quejarme.
- ¡Oye! Me gustaría conocer a Rebeca, así que me parece una buena idea quedar para salir. Tengo mil cosas en la cabeza en este momento, especialmente porque estamos avanzando con los preparativos de la boda, aunque ahora te lo cuento... Estás muy ocupada con eso y Alexander también está distraído con su trabajo. Siempre estamos ocupados con asuntos cotidianos y ahora más que nunca debo ocuparme de la boda. No es que esté haciéndolo todo sola, también hay una organizadora de bodas que me ayuda junto con su equipo, pero de todas formas es bastante agitado.
- Ay, me encantaría ayudarte de alguna manera más. Podría acompañarte a ver salones y probar la comida, eso me apetece mucho - añado jocosamente y ella se ríe.
- Oye, estoy segura de que harás un buen trabajo, ya que tienes un buen gusto para los platillos exquisitos - susurra de repente, levantando una ceja y mis mejillas se sonrojan.
- ¡Oye! ¿Por qué dices eso?
- ¿En serio? Pensé que ya lo habías notado. Y obviamente tengo razón en decir eso. No lo niegues, porque es la verdad - me dice y luego se ríe, mientras yo resoplo, sin darle demasiada importancia a sus palabras que realmente tienen otro significado.
- No puedo contigo. Olvídalo. ¿Vas a comer o no? Mi madre se esforzó mucho en preparar ese pastel para que lo dejes a medias.
- ¿No eras tú la que hacía los dulces?
- Mamá ha estado experimentando con los postres últimamente. En mi opinión, se le da bien hacer dulces.
- Bueno, definitivamente le doy un diez, todo es delicioso. Espera... - exclama, abriendo los ojos como si se le hubiera ocurrido una idea grandiosa, y yo no tengo idea de lo que quiere decir con eso.
- ¿Qué? No me digas que de repente tuviste una buena idea...
- ¡Sí! No sé cómo no lo había pensado antes. Estaba indecisa sobre quién me haría los postres para la fiesta, pero ahora que he pensado mucho al respecto, me doy cuenta de que tú eres perfecta para hacerlo. Por favor, no te niegues, te lo estoy pidiendo de todo corazón - ruega juntando las palmas de sus manos y yo sigo atónita con sus palabras.
No puedo creer que me esté dando la oportunidad de hacer eso. Es un verdadero privilegio poder hacer los postres para su fiesta y estoy enormemente agradecida de que me esté tomando en cuenta. También lo veo como un desafío, ya que nunca había pensado en algo así. Debo considerarlo antes de darle una respuesta, ya que se trata de muchos postres y no sé si podré hacerlo sola.
- Pero... No puedo decirte si realmente lo haré, ya que no sé de cuántos postres estás hablando y tampoco sé qué tipo de postres son... Ay, en serio, no puedo ayudarte sin saberlo, son cosas que debo tener en cuenta antes de darte mi respuesta.
- Bueno, no tienes que hacerlo sola, planeo buscar a alguien que pueda ayudarte, pero tú serás quien dirija todo. Te lo pido de todo corazón, solo piensa en lo bueno que sería esto para ti, ya que muchas personas querrán probarlos y podré recomendarte. Imagínate, tendrías apoyo asegurado cuando, en un futuro no muy lejano, tengas tu propio negocio de repostería.
Incluso ella parece más emocionada que yo con la idea de tener su propio negocio en el futuro y vender dulces y postres deliciosos a un buen precio. Eso es exactamente lo que quiero lograr, pero sé que hay complicaciones antes de poder alcanzarlo. Sin embargo, me hace mucha ilusión colaborar en su boda y ser partícipe de ese evento tan hermoso, donde ella será lo más importante. Ahora me está mirando con esos ojos de cachorrito y no puedo negarme a eso, me sentiría culpable.
- Vale. Me gusta la idea. De hecho, quiero hacerlo, así que lo haré. Solo espero que no sea demasiado difícil para mí, ya que estoy comprometiéndome a hacer algo diferente, algo que realmente quiero cumplir y hacer bien. Te agradezco por confiar en mí, es un honor poder estar involucrada. De verdad, felicidades por lo que estás por lograr. Es algo maravilloso.
Y ella me sonríe. ¿Alguna vez viviré algo similar o quedare soltera? No lo sé, es impredecible si el amor tocará mi puerta o si compartiré mi vida con alguien más. Pero viene a mi mente Zared y todo lo que está sucediendo. ¿Es posible que entre nosotros surja algo más con la existencia de nuestro hijo en común? Esa es una pregunta que me preocupa y aún no tengo respuesta.
- En realidad, el matrimonio no es el final de una historia de amor, es apenas el comienzo. Sé que habrá momentos maravillosos, pero también habrá problemas y desafíos. Si nos queremos, podremos superarlos juntos. Debes estar preparada para cuando llegue tu momento. Creo que Zared es una buena persona y hacen una buena pareja. Así que deja de pensarlo y dale una oportunidad - agrega mientras bajo la cabeza, sintiendo el calor subir por mis mejillas. Me siento avergonzada por sus palabras.
- No deberías decir eso. Ambos estaremos cerca el uno del otro por el bebé. Lo que ocurrió fue un descuido y no significa nada. Podría haber sido cualquier otra persona con quien él pasó esa noche. No soy especial ni relevante en su vida amorosa.
- ¿Y tú lo sabes? Si te niegas a aceptarlo, es obvio que te expresarás de esa manera. Pero no deberías cerrarte a la oportunidad de estar con él, como quieres. Admítelo, te gusta Zared. Y sabes qué, estás embarazada. Eres la mujer afortunada que le dará un hijo. ¿No crees que eso es algo bueno? Yo lo veo como una ventaja y deberías aprovecharla. Tendrás la oportunidad de acercarte a él poco a poco hasta que puedas ser algo más que... ni siquiera sé cómo llamarlo, así que no sé cómo definir lo que tienen ustedes, pero sea lo que sea, debería cambiar y finalmente convertirse en una relación amorosa. ¿No crees que eso sería increíble? Porque yo sí lo creo.
- Creo que todo lo que estás diciendo son solo fantasías de película y no estoy segura de que eso suceda. No voy a hacerme falsas ilusiones. Él puede salir con quien quiera, incluso estando cerca de mí para apoyarme con el bebé, porque no tenemos ninguna relación. Me hiciste daño y lo entiendo. Mientras lo tenga más presente en mi vida, me sentiré menos lastimada y sabré cuáles son los límites entre nosotros - expreso sinceramente, hablando desde el corazón.
- A veces eres demasiado pesimista. A pesar de que debemos entender la realidad, aún puedo creer en el amor, en algo que todos experimentaremos en algún momento, sin importar cómo sea. Solo debes esperar... - responde con seguridad, algo que nunca antes había visto en ella.
- ¿Te sientes bien? Últimamente pareces tener el guión perfecto y no es así - declaro, y ella se ofende pero no puede dejar de expresar una cara divertida, lo que me hace pensar que no me está tomando en serio.