Capítulo 9
959palabras
2024-02-17 03:16
He escuchado a algunas mucamas hablar sobre lo maravilloso que es estar ahí, la vista es increíble. Me imagino que sí, después de todo es bastante alto. Ya no puedo esperar para vivirlo en persona.
Miro la tarjeta magnética, es dorada y negra, a diferencia de las otras que son solo negras. Esto significa que puedo salir de aquí. Mis ojos se pierden por todo el lugar, ya estoy dentro de esa suite, el dorado es dominante, con tecnología y muebles ostentosos. La cama está perfectamente hecha. En realidad, todo está en orden, no solo han hecho una limpieza profunda, estoy incrédula mientras miro la llave magnética. ¿Fue un error de Braxton asignarme una habitación en la que no tengo que hacer absolutamente nada?
—¿Cómo pudo pasar por alto esto? —me quejo mientras camino alrededor del lugar. De verdad es muy grande, y todo lo que hay aquí vale más que mi vida.

¡Dios mío! En verdad es la suite más hermosa que he... Bueno, no es como si hubiera estado en otra antes. Me detengo de repente al aspirar y finalmente darme cuenta de que ese perfume me resulta familiar. Lo he olido en algún otro lugar, de eso estoy segura. El aroma envuelve la habitación.
De repente, una puerta se abre y aparece Zared, enojado, usando un elegante traje y trayendo consigo no solo una parálisis en todo mi cuerpo debido a la sorpresa de su llegada espontánea, sino también una oleada de ese perfume masculino que me deja atontada.
—Zared... Digo, jefe —corrijo mientras mis ojos están fijos en sus poderosos ojos.
Me domina de una manera indescriptible, algo que me altera con facilidad.
—¿Por qué te asustas, señorita Strousman?
—Yo solo...

¿Por qué insiste en ser tan formal?
—Voy a salir, me han ordenado que te quedes aquí, ordena todo...
—Pero si no hay nada que...
—Solo haz lo que se te pide —exige, y no me atrevo a llevarle la contraria.

Sinceramente no sé qué está pasando. No veo la razón por la que tengo que quedarme aquí, en la suite, cuando no hay nada que hacer. Por otra parte, es beneficioso para mí porque no tengo que trabajar. Sin embargo, todo parece sospechoso y siento que Zaredquiere tenerme cerca sin ninguna razón aparente.
Me pregunto si todavía puedo salir a tomar mi almuerzo durante la hora libre. Pero no estoy segura de nada. Solo sé que podría haber elegido a otra persona en vez de a mí para estar aquí.
Me quedo sentada en el sofá y reviso mi teléfono para distraerme un poco, porque empiezo a aburrirme. Además, mi estómago ruge de hambre. No creo que pase nada si voy a comer y regreso después, pero las palabras de Zared me preocupan. Me ha dicho que obedezca y si me voy, podría meterme en problemas.
En este momento, estoy en un debate conmigo misma sin saber qué hacer. Por un lado, quiero ignorar las órdenes y por otro lado, solo quiero evitar problemas. Suficiente tengo ya con todo esto. ¿Acaso no piensa en mi necesidad de comer?
De repente, me pregunto si alguna de mis compañeras se está preguntando por mí. Respiro hondo.
Después de un rato, la puerta se abre y me sorprende ver a Sandra trayendo la comida.
—Sinceramente no sé qué estaba ocurriendo, pero me han pedido que trajera la comida. Es para ti. ¿Tienes idea de qué está pasando o tampoco sabes nada al igual que yo?
Trago saliva.
—¿Quién ha enviado la comida? —le pregunto curiosamente.
Y ella suspira.
—Son órdenes del jefe. ¿Sabes qué significa o definitivamente perdí la cabeza? —dice soltando una mirada hacia mí y no sé qué responder.
No tengo nada que decirle. Pero sé que todo esto es extraño para ella. No lo comprende en absoluto.
—No... No lo sé, no hay que pensar demasiado. Seguramente me enviaron la comida porque tengo que quedarme aquí hasta que nuestro jefe llegue.
—Debe ser eso. Sabes cómo me pongo a imaginar cosas. Si necesitas ayuda en la habitación, estoy disponible sin problema.
—No, no te preocupes. Ya tengo todo bajo control. ¿Has comido? Porque parece mucha comida para mí.
Sandra asiente.
—Ya he comido, así que no te preocupes. Además, me sorprende que hayan tenido en cuenta tu embarazo, ya que la comida es saludable en su totalidad. Disfrútala. Espero que el jefe llegue pronto. Es un poco egoísta y exigente pedirle a una empleada que se quede en la suite, incluso cuando ya ha terminado su trabajo, pero creo que deberías tomarlo como un día de suerte porque no tienes que hacer mucho. ¿O sí?
—No, supongo que tienes razón. Muchas gracias.
—No te preocupes. Tengo que regresar pronto. Se me acabó el descanso y tengo que encargarme de varias habitaciones. A la salida, me gustaría hablar contigo para confirmar lo de la salida. María también quiere hablar contigo.
—Está bien, lo haré.
Una vez más, me quedo sola en la habitación y cuando veo toda la comida que hay, se me hace agua la boca. Es innecesario hacer todo esto, ya que solo tenía que bajar a comer como las demás. Aun así, pruebo el primer bocado de uno de los platillos y gimo de placer porque es delicioso.
Actuaría con prudencia al comer si hubiera alguien conmigo, para no quedar como una maleducada. Pero ahora que estoy sola, simplemente disfruto y devoro la comida a mi gusto. Cuando termino el puré, empiezo a preocuparme si estoy siendo grabada. Sería una vergüenza que me vean comiendo vorazmente en las cámaras de seguridad. En fin, ya no puedo cambiarlo y solo me importa alimentarme. Además, dudo que realmente haya cámaras de seguridad.
¡Dios mío! Esto está tan delicioso. No puedo parar de comer.