En realidad, Laurel no tenía mucha experiencia con los hombres. El aroma de aquel hombre fue todo lo necesario para que el rubor saliera de sus mejillas.
No sabía si estaba molesta o avergonzada.
Aunque Gregary no había salido formalmente con ninguna mujer, había visto a muchas mujeres que intentaron acercarse a él.

Laurel se sonrojó, sin saber qué hacer. Sus orejas se volvieron rosadas. Hasta la pelusilla más pequeña de sus orejas se volvió visible para él.
"¡Interesante! Te gusta hacerte la inocente, ¿eh?"
"Definitivamente viniste hasta aquí para seducirme. No creo que hayas venido simplemente para pedirme una explicación".
Ella no era distinta a esas mujeres. Simplemente le había despertado su interés y después de un tiempo, se olvidaría de ella.
Inmediatamente, sus ojos se volvieron más fríos y se mostró un indicio casi imperceptible de disgusto.
Gregary le pellizcó la barbilla con sus dedos fríos, como si simplemente la compadeciera. "Dime, ¿qué tipo de explicación quieres de mí?"

¿Qué tipo de tono era ese?
Laurel no estaba acostumbrada a que la tocara un hombre. Ella frunció el ceño con sus delicadas cejas y con tristeza apartó los dedos del hombre. "No me toques. ¡Quiero que te disculpes!"
Parecía un conejito enojado, enseñando los dientes y agitando las garras. Se veía bastante graciosa.
"¿De qué te ríes? ¡Ponte serio!" La chica lo fulminó con la mirada y dijo con tono severo: "¡Pídeme disculpas y entrégate voluntariamente a la policía! ¡Así recibirás el castigo que te mereces!".

Gregary no pudo evitar reírse, como si acabara de escuchar un chiste. "Nos abrazamos tan fuerte anoche, entonces no me dijiste que querías que estuviera alejado de ti. ¡No me gustan las mujeres pretenciosas! Y si estuviera en la comisaría, ¿a qué brazos te lanzarías entonces?"
"¡M*ldito! ¿Quién querría arrojarse a tus brazos de todos modos? Es..." No tuvo el valor de terminar la última parte de la frase.
Laurel estaba furiosa. La rabia que tenía almacenada en su corazón ardió tórridamente cuando ella supo que no sería capaz de vencerle.
Levantó la mano, queriendo abofetear la hermosa pero molesta cara que tenía delante. Sin embargo, tan pronto como lo hizo, Gregary la agarró por la muñeca.
Él estaba a punto de perder la paciencia.
Dejó de sonreír. Sus ojos negros estaban llenos de frialdad. "Mujer, no te excedas. Mi paciencia contigo se está agotando. Te dejaré ser mi mujer. ¡Esa es la explicación que te doy!"
En realidad, a él no le gustaba enredarse con ese tipo de mujeres problemáticas y pretenciosas. No hubiera seguido si no fuera por el hecho de que sentía un fuerte deseo por su cuerpo.
En cuanto a lo que haría con ella en el futuro, tenía pensado darle una suma de dinero y despedirla después de que se curara de su enfermedad. Eso no tendría por qué ser demasiado difícil.
"¿Cómo? ¿Dejar que ella fuera su mujer?"
Laurel miró al hombre con los ojos muy abiertos, como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar.
En cambio, el hombre vio que la mujer se quedó atónita, pues ella ni siquiera supo cómo reaccionar. Él resopló con orgullo, "¿Acaso te ha hecho feliz la idea? ¡Te has quedado totalmente estupefacta!"
"¡Ja ja!" La chica casi se echó a reír a carcajadas al escuchar sus palabras. Finalmente dejó de reír después de un rato y dijo con lástima en sus ojos: "Gregary Stewart, ¿estás loco? ¿Quién quiere ser tu mujer? ¡Solo quiero que te disculpes!".
"¿Y qué si eres rico? ¡Sigues siendo un m*ldito pirado de la cabeza!"
"¡Oye, mujer! ¿Qué clase de actitud ha sido esa?" Las cejas de Gregary se fruncieron gradualmente y su expresión se oscureció.
La agarró de la muñeca y la sujetó contra la puerta, como un animal a punto de perder los estribos. Su voz era extremadamente fría. "¿Quién es ahora el m*ldito pirado de la cabeza? Dilo otra vez, ¿quién es el m*ldito loco, eh?"
"Auch. ¡Suéltame primero!" La joven frunció el ceño de dolor. Sintió como si estuviera a punto de aplastarle la muñeca.
Sin embargo, una mirada más cercana la sorprendió por completo.
Por la ira, los ojos negros de Gregory se volvieron azules, como una bestia al encontrar una presa deliciosa y fuera a abalanzarse sobre ella en ese mismo momento para destrozarla.
¿Por qué le pasaba eso?
¿Por qué los ojos de Gregary se volvieron azules cuando se enojó, al igual que pasó con Ansel?