Capítulo 74
1071palabras
2024-02-17 05:45
P.O.V. Zared
Camilo me está hablando, pero no le presto atención. Esa es la diferencia, puedo oírlo, pero no escucharlo. Sé que tiene cosas importantes que decirme, como el proyecto en Qatar que ya se ha confirmado y ahora nos vendrá más trabajo encima.
Miro cada cierto tiempo ese portarretrato sobre mi escritorio y surgen muchas preguntas en mi cabeza. Una de ellas es si realmente debería llamarla o no. Sería un poco tedioso para ella, ya que ha sido ella quien me ha pedido tomar distancia y ha terminado nuestra relación. Ahora no lo sé...

—¿Me estás escuchando? La verdad, creo que no. Todo lo que te estoy contando es sumamente importante, así que presta atención. Aunque no estés pasando por un buen momento, tú sigues siendo el jefe —me recuerda y suspiro—. Todavía hay muchas responsabilidades que debes asumir aquí en la compañía.
—Y lo sé, no es necesario que me lo digas otra vez.
—Pues no, eso lo sé.
—Camilo, ¿qué debería hacer realmente con Anastasia?
—En mi opinión, creo que deberías ir hacia ella y hacer las paces. Si ella es la que estaba muy molesta contigo todo este tiempo, entonces eso es lo que deberías hacer. Haciendo las paces con ella, se sentirá mejor. Las mujeres pueden ser complicadas a veces y pueden decir que no les pasa nada, cuando en realidad les pasa de todo. Como hombre, resulta difícil saber qué es lo que realmente les ocurre y acertar. No es fácil, ¿sabes?
—No, pero en este caso sé la razón y es por todo mi pasado. Definitivamente fue un error no contarle todo antes de que se enterara de esa forma. Fue terrible y sigue enfadada por lo del aborto. Supongo que esperaba que todo eso quedara en el pasado y que ya no soy la misma persona. Jamás le pediría algo así a ella. Incluso yo estoy decepcionado de mi yo del pasado, pero jamás volvería a hacer ese tipo de petición. No sería capaz... ¿Por qué le cuesta entenderlo?

—Anastasia ha pasado por mucho. Te aseguro que emocionalmente no se encuentra estable y lo que está sucediendo ahora es parte de su propia confusión, de su desequilibrio. Deberías darle varias semanas más, estoy seguro de que no quiso terminar realmente contigo.
—Es que todo me tomó por sorpresa, la verdad. Fue tan inesperado ese momento, no sabía que me pediría algo así.
—Entiendo. Ahora, ¿me podrás escuchar y centrarte en el trabajo?
—Bien, continúa.

Él suspira. No tiene mucha paciencia.
—Como te decía, el proyecto que se llevará a gran escala...
Pero una vez más, me quedo atrapado en el asunto de Anastasia y finjo estar escuchando a Camilo, cuando en realidad no lo estoy haciendo. No puedo soportar una semana sin verla o sin esa interacción familiar que tenemos. Es horrible estar así con una persona a quien amas profundamente. Ella es mi todo, y la distancia entre nosotros debe acortarse lo antes posible.
No puedo permitir que todo empeore y que los malentendidos nos separen. Eso no puede suceder.
Me desinflo.
—Camilo, tal vez deberíamos dejar esta conversación para después. Podemos discutirlo más tarde o mañana. Después de todo, con lo del proyecto dado, no estoy tan seguro de llevarlo a cabo.
—¿Eh? ¿Estás seguro? Debes estar bromeando. Este proyecto es sumamente importante y lo has estado esperando ansiosamente durante meses. Puedo decir que ha pasado un año desde la solicitud. No puedo creer que de pronto te eches para atrás y ahora dudes de poder hacerlo. ¿Acaso estás poniendo en tela de juicio tus capacidades?
—No, no se trata de que dude de mis habilidades, Camilo. Simplemente la situación ha cambiado rápidamente en mi vida. Antes anhelaba con todo mi corazón poder ir a Qatar y llevar a cabo ese proyecto. Pero... Ahora lo que más quiero es hacer feliz a Anastasia y estar allí cuando dé a luz. Estoy convencido de que si acepto ese proyecto y firmo un papel, estaré demasiado perdido en él. No tendré tiempo para nada y no podré arrepentirme de haber firmado. Son cosas en las que debo pensar antes de decir que sí. Camilo... Tal vez no me entiendes por completo, después de todo, no tienes pareja ni estás esperando un bebé. Pero yo sé que la familia es lo más importante.
—Cómo ha cambiado el Zared que yo conocía. En ese caso, comprendo perfectamente. Puedes pensar en otra solución. Alex también es bueno en lo que hace.
—Ahora Alexander se va a casar y también espera un bebé. Lo sabes.
—Ciertamente, alguien más tendrá esa oportunidad, supongo.
—Sí.
—Bien. ¿Te lo vas a pensar o ya te olvidaste del proyecto? —pregunta mientras reflexiono sobre el asunto.
—Déjame pensarlo unos días, pero te prometo que esta semana te daré una respuesta.
—Bueno, entonces me retiro. Todavía tengo varias cosas por hacer. Y ya sabes lo que debes hacer con Anastasia, no dejes que el tiempo siga pasando sin resolver los problemas con ella. Si la quieres, sigue mi consejo.
—Gracias.
Él se retira de mi oficina.
Dentro de poco tengo que conceder una entrevista, aunque no quiero estar bajo los focos o ser el centro de atención, he decidido hacerlo para poner fin de una vez por todas a ese estúpido rumor y a esa historia tergiversada por los medios. No quiero que mi nombre siga siendo manchado por medios que publican mentiras. No soy un asesino, pero sé que fue un error lo del aborto. Sin embargo, nunca obligué a Leah a hacerlo. Ella decidió por su cuenta.
—... Zared, sabes perfectamente que no tienes que ir si no quieres.
Carlos, mi abogado, está aquí y me dice que la decisión de asistir o no a ese programa y dar la entrevista es mía.
Si bien puedo decidir no ir, no quiero dar la impresión de que soy el culpable y por eso no he asistido. Tampoco quiero que piensen que soy un cobarde. Por eso no puedo dejar de asistir.
—No, no te preocupes. Iré.
—De acuerdo, pero recuerda... Los periodistas pueden soltar mucho veneno en sus palabras y debes estar preparado para eso. Estarás en vivo y muchas personas estarán pendientes de la entrevista, debido a todo el morbo que se ha generado alrededor del tema. Tienes que estar preparado.
—Sí, soy consciente de todo eso, Carlos. Lo siento, pero ya no puedo seguir hablando contigo. Tengo que irme.