Capítulo 60
1924palabras
2024-02-17 05:42
La miro furiosa y niego con la cabeza. Me quejo porque no puedo articular bien las palabras, es imposible hablar con ese estúpido trapo en mi boca. Con urgencia necesito soltarle todas las verdades y lo que siento en este momento, pero es imposible hacerlo. Por eso me siento realmente molesta.
-Soy ella, en efecto, lo que sea que estás pensando es completamente cierto. Y sí, podría sonar un poco ilógico, pero es la realidad. Soy Leah.
Y finalmente logro ver su cara.

Maldición.
Es ella. La mujer de Central Park. La misma que se sentó a mi lado.
No lo puedo creer. Al final mi intuición no se ha equivocado, se trata de esa mujer, la misma Leah. Paso saliva con dificultad y la miro otra vez.
-No, no creas que te voy a permitir hablar ahora. La única persona que tiene que contar todo soy yo y me vas a escuchar muy bien, sí, es verdad que todo parece ser un desastre, pero tiene sentido una vez empiezas a escuchar todo lo que ha pasado detrás -asegura, pero solo esa mirada enfermiza me deja saber una sola cosa.
Ella no está bien. Solo está hablando sin parar, creyendo que tiene la razón. Pero nada de lo que dice es verdad.
Y la odio por eso.

De manera que esa mujer acerca una silla arrastrando la misma cerca de mí, que me encuentro sobre el suelo frío y ya mis extremidades empiezan a doler cada vez más. Es tan incómodo estar así.
-Escucha... ¿A ti te parece justo que una persona siga como si nada después de algo terrible que ha pasado? Porque a mí no, me parece que no es justo que algo así pase, las personas deberían de quedarse y no avanzar dejando todo atrás.
Me gustaría decirle que nada de lo que dice es verdad, que incluso cuando algo malo ha pasado, uno tiene que ser fuerte y seguir adelante... lamentablemente así funciona la vida, y si alguien pierde a una persona querida, incluso el amor de nuestras vidas, llegará un momento en el que alguien más llenará su vacío. No deja de sentirse su ausencia, pero al menos esa nueva persona te va a compensar y hará tus días más llevaderos. Ella piensa de forma egoísta, además de ser un poco ilógica con lo que está diciendo.
Claramente no debería esperar a una persona mentalmente inestable como ella, o que diga cosas sin sentido. Solo se va a poner como la víctima porque yo puedo llegar a la conclusión de una cosa y es que Zaredno tiene la culpa de nada, ella es una persona macabra, nada más. Y por hacerme esto deja de saber el tipo de gente que es en realidad. Miro esos ojos y veo una necesidad por hacer daño a los demás. Y yo soy la primera que, por su culpa, sufrirá.

Estoy segura de que es justo eso lo que hará.
-...Era demasiado joven para enamorarme, sin embargo, uno no gobierna el corazón y el mío se vio inclinado hacia Zared. Recuerdo la primera vez que me dijo te quiero, cuando me prometió que jamás se portaría de mi lado... incluso si en el futuro pasamos por dificultades. Esa promesa me hizo mantenerme así, firmemente, pero no sabía que realmente la iba a olvidar, dejando de lado todo lo que me prometió. Su palabra simplemente había sido momentánea, porque la promesa ya no existía, tampoco esa chica que era feliz porque lo tenía a su lado. Solamente tenía diecisiete años cuando quedé embarazada de Zared. ¿Y sabes qué?
Trago duro.
***
Un día después...
P.O.V. Zared
Nunca antes en mi vida me había sentido tan desesperado. Ahora estoy lleno de incertidumbre y angustiado por querer salvar a lo que más aprecio en esta vida. Incluso si me pidieran el doble de ese dinero, no dudaría en darlo, porque no permitiré que dos vidas se pierdan. Ella es el amor de mi vida y mi hija está en peligro.
No... Otra vez la misma situación, no puede repetirse de otra manera, pero de alguna forma no es lo mismo. Pero luego recuerdo la importancia de la protección... ella no quiso guardaespaldas en su momento, y ahora todo esto está sucediendo. Si le hubiera hecho caso a Anastasia, ella estaría aquí, a salvo conmigo. Pero ahora sé que la está pasando mal, puedo ver su angustia, su necesidad de ser salvada. Si tan solo pudiera leer su mente, si tan solo la policía ya hubiera dado con ella... pero su paradero aún no se ha resuelto y seguimos esperando la llamada donde nos indiquen el lugar y dónde llevar todo ese dinero. Pero no estoy solo en esto, tengo a todo un equipo trabajando para acelerar la búsqueda y encontrarla. Cada minuto cuenta... incluso del video se trata de averiguar su origen...
—¿Por qué no comes algo? —me dice Rebeca, quien ha estado llorando mucho, esta situación la afecta mucho —. Yo tampoco he tenido mucho apetito, pero me he obligado a comer porque luego será peor... deberías intentarlo, al menos come solo un poquito.
—No, no tengo hambre.
—Oye... Mamá y papá ya vienen. Increíblemente parecen estar preocupados también.
—¿Ah sí? Eso es lo que menos importa ahora... papá y mamá simplemente estarán inquietos por alguna otra razón y no por Anastasia y el bebé, ya que nunca les ha importado —digo y ella suspira.
—Oye, sé que nuestros padres se han alejado de ti un poco, pero mamá está arrepentida. Si bien es triste que se dé cuenta solo en esta terrible situación... Parece estar siendo sincera. Vendrá en unos minutos. Y... ¿Qué sabes de la madre de Anastasia?
—Está con Sol, ellas están juntas. Mierda. Intento tranquilizarme pero no puedo, muchas veces no estará sola contando el dinero, de todos modos podrían hacerle daño. Me pregunto quién está detrás de todo esto, quién rayos es la persona que está detrás del secuestro.
—Cuando tienes demasiados enemigos, es muy complicado saber quién está detrás. Menos mal que la policía se está haciendo cargo y pronto nos darán noticias.
—Toda esta situación me preocupa mucho, Rebeca. El dinero lo puedo entregar, no me importa darlo si eso significa que los dos estarán bien. Has visto el video también, te das cuenta de que ella solo tiene una manta cubriendo su cuerpo, está desnuda. Probablemente no sabemos lo que ya le han hecho. Todo esto me pone muy mal, me enfurece, me entristece. Me pone demasiado mal no saber dónde está y no poder hacer nada al respecto. Mientras el tiempo sigue corriendo y todo empeora —exclamo y me dejo caer sobre el sofá cubriendo mi rostro lleno de impotencia.
Rebeca se sienta a mi lado y acaricia mi espalda.
—Lo sé, también tengo mucho miedo de lo que pueda pasar. Pero tenemos que mantener la esperanza y ser positivos de que finalmente ella estará contigo de vuelta. Solo espero la llamada de la policía, hay muchas personas involucradas en esto, los responsables del secuestro no se quedarán impunes, pagarán por todo lo que le hicieron. ¿De acuerdo? —me dice y yo asiento.
—Sí, es justo eso lo que ocurrirá. No se puede dejar impune lo que hicieron —digo y ella me abraza. En este momento necesito mucho de ella.
—Entonces déjale todo esto en manos de la justicia —dice y me aferró más a ella.
—Vale.
—Puedes estar seguro de que ella no saldrá de esta, es una mujer fuerte y está pensando en su bebé. Él le dará fuerzas para superar este obstáculo tan gigante, y estará aquí para darle un abrazo de bienvenida. Dios mío, Zared... —llora convulsivamente—. No quiero perderla, Anastasia es como una hermana.
Trago duro.
Después de un tiempo, mis padres también llegan a casa y hacen preguntas sobre el asunto. Les respondo solo para no ser grosero.
—Oh, lo siento mucho. ¿Sabes quién podría estar detrás de todo esto?
—No, mamá. No tengo idea de quién podría estar detrás de esto. Solo... Había varias fotografías en una caja en casa de Anastasia y cada una de ellas eran fotos de Leah y mías. Todas tenían algo escrito en el reverso. Cada una de esas fotografías sigue guardada en un pendrive, pero alguien podría tenerlas y enviarlas como instantáneas a Anastasia. La caja fue encontrada por su madre...
—¿De qué estás hablando? Leah...
—Lo sé, no tiene sentido, pero es la realidad. Alguien quiere revelar todo lo que pasó. Y Daniel es, hasta ahora, la persona que me ha amenazado con sacar todo a la luz si no le doy un millón de dólares. Quedamos en vernos otra vez, pero esto me hace pensar que podría estar involucrado en el secuestro de Anastasia. Incluso desde la cárcel, alguien más puede ser su cómplice. La policía lo ha interrogado, pero ha negado todo, como era de esperar. Pero fácilmente puede estar mintiendo y no se ha descartado como sospechoso. Sin embargo, no podemos perder tiempo señalando a alguien que podría no tener nada que ver, mientras el culpable está libre, mamá...
Mi padre toma la taza de café y le da un sorbo a su bebida.
—¿Por qué no has contratado a ese guardaespaldas del que me hablaste? Habrías hecho lo mejor al ponerle un guardaespaldas. ¿No quería? De todas formas, deberías haberlo hecho y esto no estaría pasando. ¿No lo crees? —me dice mi padre como si nunca hubiera considerado esa opción, además todo ha sido tan repentino, ella me dijo que lo pensaría antes de darme una decisión, pero no quería esperar más y ahora me arrepiento de no haber tomado esa decisión.
—Lo sé. Ese fue un tema de discusión entre nosotros, sé que debí hacerlo aunque ella no quisiera. Pero en ese momento, una situación como esta no pasaba por mi cabeza.
—¿Están pidiendo por el rescate todo ese dinero? —pregunta para confirmar la cifra exorbitante que mencioné.
—Sí, padre. Solo estoy esperando que se comuniquen conmigo para decirme dónde debo llevar todo ese dinero. Me da mucho miedo que todo salga mal, odiaría que todo fuera un engaño y que no la liberen. Pero sigo pensando positivo y confío en que la policía y las autoridades pertinentes podrán hacer su trabajo de la mejor manera posible.
—Sí, confía en eso —dice mamá y yo asiento. Confío en eso, es lo que he pensado desde el principio. Todo saldrá bien, solo debo esperar, aunque no sea fácil lo sé, porque ya lo vivimos, pero sé fuerte, hijo.
Me levanto sin decir nada y me dirijo a la cocina, las lágrimas fluyen sin parar y me veo atrapado en el miedo que me apresa y me llena de tristeza. Porque todo tipo de escenarios trágicos son los que están atravesando por mi cabeza. Y nada más que eso. Quiero creer que pese a ello, nada de eso ocurrirá. Entonces cuando menos lo espere, la tendré a mi lado.
Luego de eso me encamino hacia mi habitación, en dónde hay algunas fotografías, la policía se ha quedado con otras como prueba de algo que posiblemente nos pueda dar una pista, pero aún no han dado con nada de eso. Posiblemente no se pueda obtener nada mediante ello. No sabría. Me siento al borde de la cama y analizo vez tras vez cada una de las fotografías.
—Leah... —pronuncio inevitablemente, ella en cada uno de las fotos se ve tan sonriente, pero hay momento en que su sonrisa se vuelve aterradora para mí. ¿Eso significa algo?
Paso saliva con dificultad