“Teresa había anticipado desde mucho tiempo atrás que yo quería convertirme en su agente, por lo que me amenazó mostrándome invitaciones de Creative Century y de New Era para que Teresa firme con ellos. Ella me advirtió que, si me atrevía a anunciar públicamente que me convertiría en su agente, ella haría también un anuncio público: su despido de Spark Entertainment. Ella está haciendo esta declaración, Aston, para hacernos saber que debemos estar agradecidos de que se quede en Spark, por lo que no debíamos mostrar una mala conducta hacia ella.”
"Desvergonzada y despreciable…"
"Nunca había odiado tanto a una artista, hasta el punto de querer hacerla pedazos. Habla con ella, debe haber algo más que esta única demanda", continuó Willie.
Al parecer, todos los enfrentamientos que había tenido Willie con Teresa hasta el momento le habían otorgado cierto nivel de comprensión sobre Teresa.
Y nunca se le habría ocurrido pensar que, siendo como lo era, una agente de primera, pudiera haber jugado con ella.
Aston miró a Teresa y con un gesto le indicó que se dirigiera hacia el salón para reunirse con ellos. Teresa entró al área detrás del escenario en compañía de Brittny, quien miró a Aston poniéndose a la defensiva.
“Bueno, ¿qué más quieres?”
“Quiero que liberen a Jayde”, respondió Teresa, exponiendo sus condiciones. “Si no lo hacen, dejaré por completo Spark Entertainment y de esa manera Jayde y yo seremos libres.”
“Muy bien: Prometo que dejaré ir a Jayde… Pero tú no puedes irte”, respondió Aston con frialdad. El silencio reinó en el salón durante unos instantes y, súbitamente, Aston dejó caer su fachada y le preguntó a Teresa: “Debes odiarme mucho como para idear tantos planes malévolos para arrinconarnos a Jenny y a mí… Mi hermana deseaba apoyarte convirtiéndose en tu agente, pero la amenazaste con rescindir tu contrato con Spark.”
“Escucha, Aston, todo lo que Jenny y tu hermana hacen está bien… Y sí, mis represalias están llenas de astucia y crueldad. Lo he dicho antes y lo repito ahora: Jamás dañaré a nadie de manera activa, pero espero que nadie decida tramar algo en contra mía.” Teresa pronunció aquellas palabras con voz tranquila, aunque llena también de un poder irresistible. “Y, por cierto… ¿Por qué no he visto a Jenny últimamente?”
“¿Crees que permitiría que Jenny saliera lastimada en semejante ocasión?”
“No sé si saldrá lastimada o no, pero sí sé que será mejor que la vigiles. ¿Acaso no la conoces? Mañana es la fecha límite para la selección de Top Ten Model of the Year. ¿Qué crees que sea capaz de hacer para lograr su propósito?”
Aston quedó atónito durante un momento, pero, a pesar de todo, fue capaz de responderle: “¿Crees que todas las mujeres son como tú, que solo sirven para intrigar? En mi corazón, sé lo obstinada que Jenny puede llegar a ser… Pero jamás sería tan cruel como tú, capaz de apuñalar a tu ex por la espalda y de pisotear a la hermana que una vez te consideró como alguien de su familia.”
“¿Conque así son las cosas…?”, dijo Teresa, dirigiéndole una significativa mirada a Aston antes de darse la vuelta para salir del salón. Poco después, apareció Willie, quien le preguntó a Aston:
“¿Te dijo qué es lo que quiere hacer?”
“Teresa se quedará y dejaremos ir Jayde”, le respondió Aston.
“Escúchame, Aston: A pesar de que hay otras grandes compañías que le han hecho generosas ofertas, Teresa ha decidido quedarse en Spark, lo que significa que tiene un plan mayor esperando a ser implementado. Teresa está aquí para destruir a nuestra familia, para destruir a los Potter. Ella te odia muchísimo, y ahora no tenemos manera de lidiar con ella”, dijo Willie, apretando la copa de vino que sostenía en su mano como si quisiera aplastarla, igual que lo haría con el cuello de Teresa.
“¿Qué crees que debemos hacer ahora?”, preguntó Aston, sabiendo que era impotente para hacerle frente a Teresa.
"Creo que es hora de buscar a mamá..."
Como esposa de un director de renombre, la Sra. Potter había construido una significativa red de conexiones dentro de la industria. Había llegado el momento de descubrir si conocía alguna forma en la que ambos pudieran aplastar sin dificultad a Teresa.
......
En una habitación del Hotel Red Sail, donde la ambigua atmósfera no se había disipado por completo, Jenny yacía en los brazos de un extraño, quien le había prometido: “Bebe y quédate tranquila mientras esperas las noticias. Creo que eres una apuesta segura para Top Ten Model of the Year.”
Sonriendo, Jenny se quitó las sábanas de encima para levantarse y, mientras se vestía, le dijo al hombre: “Solo para estar seguros, Sr. Reynolds, ¿le importa si grabo eso? Después de todo, nada es seguro en esta industria, como ambos sabemos, así que, por si acaso…”
“¿Qué? ¿Acaso lo grabaste?”, preguntó el hombre, quien era claro que no había esperado que Jenny fuera tan astuta.
“Pero no tiene de qué preocuparse. Una vez que haya ganado el premio, la grabación estará en sus manos, Sr. Reynolds. Ahora, voy a irme a casa y a esperar las noticias, como usted dijo…”
El hombre solo pudo observar con expresión crispada cómo Jenny se marchaba, pensando ¡cómo había sido posible que se hubiera lanzado de cabeza a una alcantarilla!
Jenny abandonó el vestíbulo del hotel y abordó el auto que la esperaba frente a la entrada, alejándose de manera silenciosa en la noche, sin que nadie se diera cuenta.
El asistente de Jenny la miró un momento a la cara y le preguntó: “¿Quieres que te lleve a una clínica?”
“No, estoy bien”, dijo Jenny, negando con la cabeza. Ya muchas veces antes había practicado muchas formas de complacer a Aston y sabía cómo protegerse. “Llévame a casa de prisa y no dejemos que Aston se dé cuenta de nada, ¿de acuerdo?”
“Creo que has sacrificado demasiado, Jenny.”
“¿De qué otra forma puedo competir contra Teresa?”, se lamentó Jenny, mirando por la ventanilla, con una pizca de crueldad en su mirada. No era capaz de darse cuenta de que, en su imprudente búsqueda del Top Ten Model of the Year, no hacía otra cosa que caer en la trampa tendida por Teresa.
Así era la industria del entretenimiento, un círculo despiadado donde la gente podía ser engullida sin dejar de ellos ni siquiera los huesos. Tal vez en la superficie todo era deslumbrante y luminoso, pero ¿cuántos podían terminar con un balance positivo?
Las diez de la noche en el No. 1 de Ocean View.
Luego de que Teresa y Jayde terminaran de hablar, Teresa se volvió hacia Howie, quien estaba sentado en el sofá, revisando las veinte o treinta ofertas para ella, que estaban apiladas sobre la mesa. Él personalmente revisaría cada una de ellas, sin importar el poco valor que pudieran tener.
El corazón de Teresa se oprimió de dolor y sentándose a su lado le dijo: “No es necesario que las leas. No tengo problema en dejar que Brittny se ocupe de estos contratos.”
“Sé que para Brittny no presenta problema la lectura de los contratos, pero no creo que sepa elegir el mejor”, dijo Howie y, rodeándola con sus brazos, le preguntó: “¿Lograste solucionar el asunto de Jayde?”
“Spark le dio una carta de despido y la dejó ir”, dijo Teresa, asintiendo. “Por favor, Howie, lo digo en serio; no tienes que leer todos estos contratos. Lo que quiero ahora es que descanses…”
“¿No crees que leeré todos estos contratos? Sin importar lo pequeño que sea su negocio, Sra. Simonson, sigue siendo importante en mi corazón…”
“En ese caso, déjame darte un masaje”, dijo Teresa, poniéndose de pie para situarse tras la espalda de Howie, a quien comenzó a masajear en los hombros.
“Eso le enseñará a Spark que no pueden retener contra su voluntad a las personas que desean irse. Vigilaré de cerca sus movimientos durante la elección de Top Ten Model of the Year. Es claro que Willie no te dejará ir con tanta facilidad. Mientras tanto, revisaré todos tus contratos.”
“¿Y para quién más has revisado contratos?”, preguntó Teresa, sonriendo. De hecho, era algo en lo que no había pensado antes.
“¿En serio quieres saberlo?”, preguntó Howie.