“Ella no pudo triunfar en el País U, por lo que, como es natural, quería usarte como trampolín. Y tú, por tu parte, tenías el deseo o la necesidad de que ella te conquistara... Ella quería hacer que tú te sometieras…”, dijo Howie, mirando a Teresa con seriedad, mientras analizaba los procesos mentales de Willie. “Por supuesto, para ti no resultaría difícil deshacerte de ella ahora…”
Teresa, quien naturalmente tenía todo bajo control, sonrió ligeramente. Al observar su expresión, Brittny supo que aquel pequeño asunto no sería capaz de desconcertarla, lo que la tranquilizó.
El plan de Teresa consistía en esperar hasta después de que hubiera sido hecha la selección de Top Ten Model del año. Durante ese período habría algunos cambios, pero ella creía haber pensado ya en eso. De modo que lo que Brittny tendría que hacer por ella sería apaciguar a Jayde.

Una vez que Brittny se marchara, la pareja se dirigió a su habitación para cambiarse y ponerse su cómoda ropa hogareña. Howie sostuvo a Teresa mientras se encontraban frente al espejo del vestidor y, con una voz llena de magnetismo, le preguntó: “Dime, ¿no estás planeando dejar Spark todavía?”
“Aún no…” Aunque ella había estado a punto de derribar a Jenny, todavía no había hecho su último movimiento, por lo que no dejaría escapar tan fácilmente a ninguno de los dos.
“Pero es necesario establecer el próximo objetivo.” Howie sabía que a ella le desagradaba el camino directo a la cima, por lo que no volvió a mencionar la idea de firmar con el Grupo Comcast. “En este momento cuentas con la popularidad, así que el próximo objetivo es…”
“Lo que necesito es un premio prestigioso”, respondió Teresa, casi en voz baja, muy consciente de su posicionamiento y de que la industria del espectáculo era un pozo de aguas profundas. Hoy en día, apenas si podía mantener su popularidad, pero no sabía si el día de mañana sería reemplazada por otras actrices y modelos. Los premios prestigiosos habían sido la base para consolidar su estatus. “Ya tengo 26 años, Howie, no puedo participar en un concurso de modelos como cuando tenía 17… Y tras la prohibición de Paramount, todos los premios recibidos hasta entonces carecen de valor. Cuando me retiré en ese entonces, lo hice tan decidida que corté con la única vía para un regreso.”
En aquel entonces, por el bien de Aston, ella realmente había hecho todo lo posible...
Le había dado a Aston los mejores y más gloriosos años de su carrera como modelo y ¿qué había obtenido al final?

Sin embargo, Teresa no se arrepentía. Después de todo, había sido su elección…, aunque ahora tuviera que pagar el precio por haber sido tan tonta.
Luego de escuchar aquello, Howie no pudo evitar sentir un poco de pena por ella. ¿Si él hubiera conocido antes a Teresa, acaso se habría evitado todas aquellas dificultades? Eso motivó que la besara en el cuello, consolándola en voz baja: “No importa… No importa si no puedes participar en la competencia. Puedes aceptar más trabajos, apareciendo en programas y haciendo fotografías para portadas de revistas; y yo estaré contigo. Hagamos un buen uso de la exposición. Al fin y al cabo, la industria del entretenimiento es un campo de batalla. No debes presionarte demasiado, querida…”
Teresa respiró profundamente y luego se dio la vuelta, rodeando la cintura de Howie con sus brazos y, hundiendo su cabeza en su pecho, suspiró: “No te preocupes. Contigo precediéndome, como mi defensa, no les resultará fácil destruirme.”
Howie respiró profundamene y sostuvo a Teresa en sus brazos. De regreso en la alcoba la colocó en la cama y con gentileza la empujó hacia abajo. “Creo que la única forma en que puedo hacerte olvidar el pasado es… con mucho amor…”

Teresa se sonrojó después de oír aquellas palabras, sabiendo que él usaba un juego de palabras y le dijo: “A pesar de que no has comido y de que has pasado todo el día trabajando, ¿todavía te quedan energías?”
“Una vez que lo hayas probado lo sabrás…”, respondió Howie, dejando caer un beso en su boca.
......
Debido al gran éxito de Teresa, Jenny se convirtió no solo en la modelo menos popular, sino también la más criticada. El resultado de ello fue que Aston no la invitara a la fiesta de celebración de Spark. No obstante, Jenny tuvo oportunidad para reunirse con los jueces del comité organizador. Su asistente había hecho arreglos en secreto, sin que nadie en Spark lo supiera. El jurado estaba compuesto por cuatro mujeres y tres hombres. En el acto, Jenny desechó a las mujeres y se concentró en un juez de unos cuarenta años y quien tenía tras de sí una historia bastante oscura que varias veces había sido encubierta.
“Jenny…” La asistente de Jenny se alarmó al observar la manera en que ésta observaba la fotografía. “Tú no…”
“Andy, quiero que averigües cuándo tendré la oportunidad de conocer a este juez.”
"Jenny..."
“Sé lo que estás pensando, pero si no doy este paso perderé a Aston. Y no solo eso, sino que no tendré absolutamente nada”, dijo Jenny con decisión. Ahora no había ya lugar para ella en toda la capital. Si ella todavía no sabía cómo encontrar una salida para sí misma, menos aún sabía lo que Teresa había reservado al final para ella. “¡Debo obtener el premio Top Ten Model, cueste lo que cueste!”
El asistente no tuvo más remedio que tomar su teléfono móvil y, con la intención de hablar comunicarse con el juez, llamando varias veces, con insistencia, aunque sin resultados. Casi a punto de darse por vencido, al fin escuchó una voz al otro lado de la línea. 
Luego de que, de la manera más respetuosa posible, Andy expresara lo que Jenny necesitaba, la otra parte comprendió sus intenciones y, luego de pensarlo un momento, pidió hablar con Jenny.
"Jenny..."
Jenny se apresuró a extender su brazo para tomar el teléfono y, sonriendo, dijo: “Sr. Reynolds, qué gusto…” Debía mostrarse muy humilde pues se encontraba interactuando con un artista de enorme prestigio.
“Tú eres Jenny, ¿cierto? He visto tu programa y creo que eres… bastante buena. No obstante, tu reputación reciente no es nada buena… Por otro lado… ¿Qué te parece si nos vemos mañana a las siete en punto en el Hotel Red Sail para que hablemos?”
El corazón de Jenny se oprimió con fuerza, por lo que apretó los dientes y, asintiendo, respondió: “De acuerdo, Sr. Reynolds. Llegaré puntual a la cita.”
“Escucha, Jenny… ¿esto es realmente lo que quieres? Todavía estás embarazada y… ¡Esa cosa vieja ni siquiera es humana…!”
“¿Acaso tengo otra salida?”, preguntó Jenny a su asistente, levantando la cabeza. “Teresa me ha presionado tanto que no me ha dejado salida. No puedo permitir que se salga con la suya. ¡Está soñando si cree que aceptaré la derrota con facilidad!”
El asistente de Jenny la siguió con impotencia y, apretando los dientes, le dijo: “En ese caso voy a ayudarte. Mañana me encargaré de tomar fotografías que podrás usar como evidencia en caso de que ese viejo quiera actuar de manera impune, como si nada hubiera pasado.”
Aston no hubiera podido adivinar que Jenny había tomado ya una decisión tan sórdida. Había trabajado muy duro allá afuera, pero, al final, le era imposible mantener la vanidad de Jenny. Claro que esto era una retribución. Jenny engañaría a Aston de la misma forma que Aston había engañado a Teresa.
También, aquella mañana, Willie estaba de regreso en la capital luego de haber finalizado su contrato en el país U. Aston fue a recogerla al aeropuerto y, en cuanto estuvo en el apartamento de Aston, le preguntó por la dirección actual de Teresa.
“Escucha, hermana… Jenny ha estado de mal humor estos últimos días, así que, por favor baja la voz y procura no irritarla…”
“Eso es su culpa. Ella no puede pretender siempre que otros carguen con la culpa”, resopló Willie.
“Teresa vive en el No. 1 de Ocean View”, le respondió Aston con impaciencia.
“¿Por qué vive en un lugar tan bueno? Creo que puedo mudarme con ella mañana mismo. Me resultará conveniente para trabajar.” Willie no tenía la intención de quedarse a vivir en el apartamento de Aston, pero tampoco quería ver a Jenny.
¡Pero parecía obvio que una persona como Teresa no podía permitirse el vivir en el No. 1 de Ocean View!