Capítulo 46
1089palabras
2022-12-15 17:07
Punto de vista de Cassidy
Después de que Riley encontrara una camiseta y de que le pidiéramos a Charlie que vigilara a Evangeline, nos dirigimos al club en busca de la tan necesaria diversión.
“¿A dónde creéis que vais?”, preguntó una voz desde la puerta cuando salimos. Reconocí al instante que era Damen y me puse tensa de inmediato.

“Afuera”, fue todo lo que dije mientras subíamos al coche de mi madre. Decidimos ir en coche en lugar de correr en nuestras formas de lobo porque no teníamos ganas de cambiarnos de ropa una y otra vez. A veces, era demasiado molesto, sobre todo porque llevaba unos vaqueros ajustados y tacones. Además, no quería cargar mi ropa en mi forma de lobo o podría ocurrir un accidente.
Una vez dentro del vehículo, Riley y yo nos quedamos en medio de un silencio un poco incómodo. Decidí romperlo y comencé a hablar. “Así que…”.
“¿Qué?”, fue todo lo que él dijo.
“¿Qué planeas hacer?”, pregunté. No estaba segura de si debía preguntarle sobre su compañera tan inoportuna, pero me arriesgué.
“¿Sobre qué?”. Se hizo el tonto para intentar evitar el tema, pero me di cuenta de lo que trataba de hacer. No se iba a librar de esto con tanta facilidad.
“Sobre el hecho de que hueles como un hombre lobo”, dije con sarcasmo. “¿Qué planeas hacer con tu compañera? ¿De qué más podría estar hablando?”, pregunté con rudeza.

Su cuerpo se puso tenso y se aferró al volante con mucha fuerza. Me parecía que su lobo estaba comenzando a salir a la superficie y estaba luchando por tomar el control. Cuando por fin respondió, sonó forzado. “Creo que tendré que rechazarla, ¿no crees?”.
“¿Quieres hacerlo? Tal vez puedas hacer que cambie su forma de ser”, sugerí en un intento de ser comprensiva con lo que él decidiera hacer. Yo actuaba como si no se me fuera a romper el corazón por completo si decidía quedarse con mi hermana. No lo decía por mí, sino por el bien de Riley, él merecía algo mucho mejor que ella.
“Es que ella no es como imaginé que sería mi compañera. Es grosera, indiferente, una chica fácil y apesta. Su aroma natural era algo parecido a las fresas, pero ese horrible perfume que usaba la hacía oler a podrido. Además, ¿viste la ropa que usaba? ¿No tiene ningún respeto por sí misma? Y luego está la peor parte”, dijo con seriedad. “Cuando estábamos en la cocina, pude oler el aroma de cinco hombres diferentes en ella…”.
Cuando el olor de una hembra estaba mezclado con el de alguien más era porque había dormido con esa persona o porque ya tenía un compañero. Cuando los lobos se acostaban con alguien, dejaban un olor persistente en el otro que duraba unos tres días. Pobre Riley. Su compañera no solo no lo había esperado, sino que era una cualquiera. Entendería si se hubiera acostado con una persona antes, pero tantos tipos era algo escandaloso. Me preguntaba si Briella se había dado cuenta de que Riley era su compañero. ¿Lo sabía y tan solo lo había ignorado? ¿Si ya lo sabía, pensaba rechazarlo? ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?

Extendí la mano y froté el brazo de Riley. Entonces, pareció calmarse un poco. “¿Qué quiere tu lobo?”, pregunté.
“Parece confundido. Quiere estar con ella, pero creo que no puede ignorar a todos los hombres con los que se ha acostado. Creo que quiere que yo decida…”, dijo en voz baja.
“Entonces, ¿crees que vas a rechazarla? ¿O quieres hablar con ella al respecto?”.
Suspiró. “Si hablo con ella, solo empeoraría las cosas. Creo que, la próxima vez que la vea, la rechazaré y trataré de seguir adelante con mi vida”. Me mostró una pequeña sonrisa mientras llegábamos al club. No sabía cómo habíamos llegado tan rápido, ni tampoco me importaba. “Entremos, quiero olvidar todo por una noche y divertirme un poco”, comentó, extendiendo su brazo para que lo tomara. Al menos a veces era un caballero.
Bajamos del coche y nos dirigimos a la entrada. Podíamos escuchar la música que sonaba a través de las paredes. Riley me abrió la puerta. Entonces, el olor familiar a cerveza y sudor inundó mi nariz. Él también debió olerlo porque arrugó la nariz. “Nunca me había dado cuenta de lo mal que huele aquí”, dijo en broma.
“Yo tampoco”. Me reí con él. Entramos en el club poco iluminado y me sentí como en casa al instante. Podía sentir a todos los lobos a mi alrededor, también distinguí el débil olor de la manada de Phillip y del mismo Phillip. Tal vez nos encontraríamos con él esta noche.
Riley me arrastró hasta la barra y pidió dos cervezas. Por lo general, no bebía, pero pensé que ambos lo necesitábamos esta noche. El líquido me quemó la garganta, pero cuanto más bebía, menos lo notaba. Tomamos cinco cervezas más cada uno y comencé a sentir los efectos del alcohol. Hacía falta más para emborrachar a un lobo, pero todavía podíamos sentir algunos efectos de manera temporal. Ahora, solo me sentía un poco achispada.
“¡Esa es mi canción favorita!”, exclamó Riley de repente, gritando para que lo escuchara en medio de la fuerte música. Dejó su cerveza en la barra, me quitó la mía de la mano y también la puso a un lado. Luego me arrastró a la pista de baile y nos sumergimos entre la masa de cuerpos. Reconocí a algunos que siempre venían, pero no me detuve a saludar. Nos paramos en medio de la pista y Riley comenzó a bailar. No pude evitar reírme y bailar junto a él. Después de unas cuantas canciones, llegó mi favorita. Nuestro baile seguía siendo tan torpe como antes, pero esta vez nos dejamos llevar. De pronto, nos encontramos frotando nuestros cuerpos y hubiera jurado que a lo lejos escuché un gruñido familiar, pero lo ignoré. Bailamos durante horas, o esto fue lo que me pareció.
Cuando por fin nos cansamos, volvimos a la barra y nos sentamos para recuperar el aliento. Tomamos unos cuantos tragos más antes de decidir que debíamos volver. De alguna manera, nos las arreglamos para regresar a la casa de la manada a salvo a pesar de que Riley estaba conduciendo borracho. Me sentí aterrorizada todo el camino porque se negaba a mantener la vista en la carretera o a respetar el límite de velocidad. Pensé que no volvería a ver a Evangeline. No permitiría que algo así volviera a suceder en un futuro cercano.