Capítulo 22
1090palabras
2022-11-02 13:45
Ha pasado una semana.
Una semana había pasado desde que descubrí que tenía un tío...
Un tío cuya desaparición probablemente tuviera algo que ver con Hayden McAndrew.

Una vez más me encontraba en un callejón sin salida. No podía preguntarle a mamá por los detalles, no después de su última reacción.
¿Por qué había desaparecido de repente y sin dejar ningún rastro?
¿Por qué no involucraron a la policía en vez de mantenerlo en secreto...?
Tendría que encontrar una forma de averiguarlo yo misma...
La última semana había sido un infierno para mí; no me había agredido sexualmente pero me había agarrado muy fuerte y me había empujado por los casilleros y el escritorio, había roto mis tareas y sus palabras crueles fueron más que suficiente para hacerme sentir que mi vida era miserable.
Además, siempre sentiría su mirada sobre mí, esa mirada intensa que siempre me helaba la sangre. No podía dejar de sentir miedo de sus crueles intensiones escondidas detrás de esos ojos verdes.

Dejé mis tareas sobre la mesa de luz y apagué las luces.
Me acosté en la cama intentando quedarme dormida, pero un minuto después, sonó mi celular.
Sin pensarlo mucho, lo saqué de debajo de mi almohada.
Era un mensaje de texto enviado desde un número desconocido.

Pulsé sobre el mensaje y las cuatro palabras que leí me helaron la sangre...
"Te estoy observando, perra".
Sentí que se me erizaba el cuerpo y eché un rápido vistazo por mi habitación. Había cerrado las ventanas más temprano, pero las persianas seguían levantadas.
Me levanté despacio de la cama; me temblaban las piernas y mi corazón latía a toda velocidad.
Afuera estaba tan oscuro que no pude ver nada. En un momento, me pareció escuchar un crujido, entonces, bajé las persianas de un tirón y volví a la cama corriendo...
¿Qué había sido ese ruido? ¿O había sido producto de mi imaginación?
El teléfono volvió a sonar y lo agarré con manos temblorosas. Era del mismo número desconocido.
Decía: "Te mataré".
Enseguida, entró otro mensaje.
"Morirás, perra. Miraré cómo tu corazón se desangra y probaré un poco de tu sangre".
Me tapé la boca con la mano para callar un grito. Gotas de sudor comenzaron a formarse en mi cara.
No tenía ninguna duda de quién había enviado el mensaje.
Tenía que ser él. Hayden.
Pero él nunca había hecho esto antes... Nunca había sido tan espeluznante. ¿Por qué ahora...?
Para torturarme...
Para asustarme...
Y realmente estaba funcionando; mis dedos temblaban fuera de control y mi respiración era entrecortada.
Volví a leer el texto y esa vez una oleada de miedo me recorrió el cuerpo.
¿Y si me estaba observando en ese mismo instante?
Por un breve momento, se me cruzó por la cabeza pedir ayuda.
Pero no pude hacerlo.
Siempre había sido así, nunca había podido expresar mis miedos, contar sobre mis aterradoras pesadillas. Siempre sentí que no comprenderían.
Que me mirarían diferente.
Apagué mi teléfono y lo apreté con fuerza sobre mi pecho...
Mis ojos estaban completamente abiertos; no había forma de que lograra dormirme...
No mientras él estuviera ahí afuera.
Observando.
***********************************
La última clase del día había finalmente terminado; no había logrado concentrarme en todo el día porque, por más que lo intentara, no podía dejar de pensar en esos mensajes de texto...
Había faltado y eso debió haberme aliviado. Solo que no lo hacía, sino que por el contrario, me hacía ponerme aún más tensa.
"¿Estás bien? Hace días que siento que te pasa algo", dijo Lyn interrumpiendo mis pensamientos.
Asentí despacio. No parecía confiar en mis palabras en absoluto, entonces hablé para tranquilizarla.
"Mm... En realidad estoy preocupada por los exámenes finales, eso es todo", mentí.
Ella se rio en voz alta y me miró con una expresión que decía: "¿Estás bromeando?".
"¿Te preocupas con lo inteligente que eres? Debería ser yo la que diga eso y no tú".
Me reí entre dientes mientras abría la puerta de mi casillero para guardar mis libros. Estaba a punto de cerrarlo de un golpe cuando vi algo.
Me quedé congelada y sentí como si la sangre me hubiera abandonado el cuerpo...
¡Oh Dios!
"Gracie, ¿qué...?", comenzó a decir pero se alejó cuando siguió mi mirada y dejó salir un grito ahogado.
No podía retirar mi mirada de esa horrible imagen; me sentía paralizada.
Era una muñeca... toda salpicada con manchas rojas y una soga colgando de su cuello.
Un sollozo escapó por mis labios y comencé a correr a ciegas. Sentía que no podía respirar, me sentía sofocada.
Entonces, corrí...
Ignoré sus gritos llamándome detrás mío, porque lo único que necesitaba era salir de ahí y respirar.
Giré de golpe por el pasillo y frené justo antes de chocarme contra una persona.
Era Brittany.
Nos miramos fijamente por un momento hasta que pasé corriendo por su costado.
Desde aquel incidente en la clase de gimnasia que ella se mantenía lejos de mí, algo que era un gran alivio.
Sentí su mirada perforarme la espalda y no sé por qué, pero la miré y de hecho me estaba mirando... Sin embargo, había algo en su mirada que no me dejaba seguir. Rápidamente, desvió su mirada y se fue.
Pero yo ya me había dado cuenta.
Ella me odiaba.
Y mucho. Se gestaba una tormenta en su mirada.
Pero deseché ese pensamiento, era el último de mis problemas en ese momento.
Me detuve justo afuera de la escuela...
Las imágenes continuaban repitiéndose en mi cabeza...
Te mataré...
La sangre...
La muñeca y la soga...
Las lágrimas seguían saliendo de mis ojos y yo no hice nada para detenerlas.
"¡Gracie!", era Lyn que me llamaba casi sin aliento.
Debió haber corrido detrás de mí.
"¿Estás bien? ¿Qué fue eso...? Dios, qué miedo me dio".
Acepté su abrazo agradecida, dios sabía cuánto lo necesitaba en ese momento...
Logré dejar de llorar y, lentamente, me alejé.
"¿Tienes idea de quién pudo haber hecho eso? No puedes tomártelo a la ligera".
Solo pude mirarla aturdida.
"Y sabes quién lo hizo, ¿verdad? Tus ojos dicen que sí lo sabes, ¿por qué no puedes decirlo...? Dime y pelearemos esto juntas".
Ella tenía razón.
¿Por qué simplemente no lo decía?
Abrí mi boca para hablar, pero no me salieron las palabras...
Si había realmente sido Hayden, entonces no podía dejar que se involucrara. Hayden era peligroso...
No podía dejar que saliera lastimada por mi culpa.
Todavía podía recordar lo que le había hecho a Jasper simplemente porque había intentado ayudarme.
"No tengo idea", susurré finalmente.
*********************
No olvides dejar un comentario.