Di muchas vueltas en la cama, pues no conseguía dejar de pensar.
Incapaz de permanecer por más tiempo en la cama, comencé a caminar de un lado para otro de la habitación mientras esperaba el regreso de mamá.
La imagen de un Hayden más joven junto con esa niña y papá volvía a mi mente una y otra vez.

Si Hayden conocía a mi padre, entonces tal vez había algo que yo ignoraba.
Escuché algunos ruidos en la sala, lo que indicaba que mamá había regresado.
Ella era la única persona que podía responder las preguntas que tanto me inquietaban.
Bajé las escaleras precipitadamente, agarrando la foto con fuerza como si fuera alguna clase de evidencia de algo muy importante.
"Hola, cariño", me saludó mamá con una sonrisa cansada.
Sin decir una sola palabra le entregué la foto, ella la tomó y vi cómo su cara se quedaba gradualmente sin sangre al contemplar la imagen de la foto.

"¿Qué sucede, mamá? Veo que te sientes mal", dije en tono de angustia.
"¿Dónde encontraste esta foto?", me preguntó mamá con rabia.
Mamá no solía alzar la voz como acababa de hacerlo y ahora se veía muy pálida, lo cual me sorprendía. De hecho yo estaba muy sorprendida.
"¿Ma.. mamá?", dije en tono vacilante cuando ella me hizo aquella pregunta.

"¡Te estoy preguntando dónde encontraste esta foto, Graciela! ¡Respóndeme ya!", me apremió ella con más severidad que cuando me hizo esa pregunta por primera vez.
"¿Por qué te comportas así, mamá? ¿Y por qué papá está con ese chico en la foto?", pregunté señalando la foto que ella sostenía en sus manos.
Por un momento advertí que su mirada distante y luego su actitud se tornó hostil.
"Él no es tu papá, así que ya deja de hacer todas esas preguntas tontas", me reprochó ella.
Su reacción era bastante extraña, pues obviamente el hombre de la fotografía era papá. Su actitud despertó mis sospechas.
"Solo quiero saber la historia de esta fotografía, mamá, pues el chico que aparece en ella es mi compañero de clase, el mismo que me trajo de vuelta a casa el otro día. Su nombre es Hayden McAndrew. Por favor explícame la historia de esta foto, mamá", le rogué.
"Pues no pienso explicarte nada. Olvídate de este asunto", me dijo mamá en tono colérico.
Entonces mamá rompió la fotografía ruidosamente en trozos cada vez más pequeños hasta que no quedó nada de la misma. 
"¿Por qué rompiste la foto, mamá?", dije alzando la voz al ver los restos de la fotografía esparcidos por el suelo.
Estaba a punto de comenzar a recoger los fragmentos dispersos de la fotografía cuando ella sujetó mi brazo con firmeza.
"¿Quieres saber por qué hice esto? ¡Está bien, te lo diré!", dijo mamá en tono de enfado.
"Tu papá solía trabajar para el Sr. McAndrew", me explicó. Su voz sonaba amarga y distante.
¿Papá trabajaba para el padre de Hayden? Jamás lo habría imaginado.
"Pero desde que yo nací papá siempre ha trabajado como periodista, ¿no es verdad? Me lo has repetido infinidad de veces", repuse consternada.
Parecía como si aquella pregunta la hubiera hecho sentir desconcertada; su mirada revelaba que me estaba ocultando algo... y lo que fuera que no quería que supiera sin duda era algo muy importante.
"Por favor explícamelo todo, mamá. Quiero saber toda la historia", insistí.
Necesitaba conocer aquella historia, quería entender qué había sucedido.
Tal vez aquella historia guardara alguna relación con el hecho de que Hayden sintiera tanto odio por mí.
Podría tratarse de una historia que fuera muy interesante para mí.
"Ya te he dicho todo lo que necesitabas saber. Tu padre alguna vez trabajó en su empresa antes de que él... de que él.... Ya deja de preocuparte por esa historia. ¿Por qué eres tan insistente?", replicó mamá.
Sí, sería insistente, pues ella ignoraba la forma en que él me había hecho sufrir durante los últimos nueve años.
Ella no tenía la menor idea de todo el dolor físico y emocional que él me había infligido.
Ella no sabía que él había arruinado mi infancia por completo.
Ignoraba que él me había despojado de mi inocencia y que ahora amenazaba con apoderarse de mi alma.
Ella no sabía que habíamos tenido relaciones sexuales dentro de mi habitación, para no mencionar lo que había sucedido en su casa.
Incluso Jasper había terminado siendo lastimado por él y eso era culpa mía.
Yo no podía contárselo a nadie, ni siquiera a ella... porque pensaba que no me entenderían.
Ella no sabía que yo había tenido que vivir con la vergüenza, el asco y la humillación que sentía cada vez que él me tocaba.
Por todas esas razones era muy importante que yo supiera absolutamente todo.
"¿Qué es lo que no me quieres decir, mamá? Es obvio que me estás ocultando algo", dije en un tono de voz que era una mezcla entre desesperación y súplica.
De repente, ella golpeó la mesa con las palmas de las manos y yo retrocedí instintivamente.
"Debes olvidarte de todo este asunto de una buena vez. Deja que esa historia quede en el pasado", dijo mamá con rudeza.
Me quedé mirando a mamá con incredulidad, confusión y frustración mientras subía las escaleras, al tiempo que ella me lanzaba una última mirada de advertencia.
Volví a agacharme y contemplé los fragmentos de la foto que mamá había roto.
No podía dejar de preguntarme qué era lo que estaba pasando. 
Incluso mamá se estaba comportando de una manera sospechosa.
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Lyn me esperó afuera cuando entré a la oficina de la Sra. Clark.
Ella levantó la vista de la pila de documentos que tenía frente a ella y una sonrisa iluminó su rostro.
"Pasa, Graciela. Me complace anunciarte que te fue muy bien en tu proyecto en esta oportunidad. Yo sabía que tu proyecto sería exitoso", señaló ella muy complacida.
Solo acerté a mirarla boquiabierta, pues no sabía qué decir.
Nunca volví a la casa de Hayden después de aquel día ni volvimos a reunirnos para completar y enviar ningún proyecto académico.
¿Hayden había hecho eso? Me parecía algo difícil de creer.
"Creo que la idea de juntarte con Hayden para el proyecto académico fue maravillosa", declaró ella.
Al recordar la forma en que él me daba nalgadas un estremecimiento recorrió mi cuerpo.
Ella estaba completamente equivocada, pero no quise decírselo.
Su expresión se tornó seria mientras miraba a su alrededor como si estuviera buscando un par de oídos atentos.
"¿Qué es lo que está pasando entre usted y él?", pregunté.
"¿Por qué me emparejó con él? Ya se lo había dicho la vez pasada", agregué.
Un destello brilló en sus ojos pero desapareció pronto y no pude saber qué era lo que sucedía entre ellos.
"Prometió que me ayudaría", dije con voz quebrada mientras me esforzaba por contener las lágrimas.
Sus ojos brillaron de un modo que hacía pensar que ella se sentía culpable. Al parecer ella estaba buscando palabras para decir pero finalmente no dijo nada.
Me encogí de hombros antes de tomar las hojas de calificaciones que ella tenía en sus manos extendidas.
Me volví para marcharme y entonces ella lanzó un grito que hizo que me detuviera de inmediato.
"¡Lo mejor será que te mantengas alejada de Hayden!", me advirtió ella.
Los pelos de mi nuca se erizaron en señal de alarma cuando me di la vuelta para mirarla.
"Él es un hombre muy peligroso, así que te aconsejo que no te acerques a él", insistió ella.
Siempre había querido alejarme de Hayden tanto como pudiera, pero nunca podía alejarme lo suficiente y él siempre terminaba atrapándome.
Asentí aturdida y me alejé caminando con pasos temblorosos.
"¿Qué dijo la señora Clark? ¿Por qué te ves tan pálida?", me preguntó Lyn al verme. Era evidente que se sentía preocupada por mí.
Meneé la cabeza y sonreí débilmente mientras extendía mis hojas de calificaciones de texto.
"Mira esta hoja, Lyn, aprobé el proyecto", le dije.
Ella se llevó una mano al pecho como si se sintiera aliviada al saber que había aprobado el proyecto.
"Si aprobaste el proyecto, entonces ¿por qué tienes esa expresión? Por un momento pensé que habías reprobado el proyecto", observó ella.
Si ella hubiera sabido cuál era la razón por la cual yo me veía tan abatida.
Las advertencias de la Sra. Clark resonaban atronadoramente en mi cabeza.
"Será mejor que nos vayamos a clase", dijo ella.
Yo acepté de buen grado la sugerencia que ella acababa de hacer.
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Experimenté una sensación quemante en mi espalda durante toda la clase: alguien me miraba fijamente y no tenía necesidad de mirar a mi alrededor para saber de quién se trataba.
Me quedé pensando en las palabras de la Sra. Clark. ¿Qué tan peligroso era él? Yo sabía que era peligroso, pues sabía lo que le había hecho a Jasper... pero al parecer ella también le temía.
Lo que ella había dicho me hizo preguntarme quién era él realmente.
Cometí el error de mirar hacia atrás y cuando lo hice sentí que no podía respirar. Allí estaba él contemplándome con sus brillantes ojos verdes. Ni siquiera cuando vio que había descubierto que me estaba mirando apartó la mirada.
Una sonrisa se dibujó lentamente en sus labios y pasó lentamente su lengua por sus labios haciéndolos chasquear ruidosamente.
Tragué saliva lentamente y rápidamente desvié la mirada. La sangre inundó mi rostro y me dije a mí misma que no debería haberlo mirado. Ahora las palmas de mis manos estaban sudorosas y no conseguía concentrarme en lo que decía el profesor.
Yo fui la primera persona que salió del salón de clases cuando la lección concluyó. Tal vez el profesor pensaba que estaba actuando en forma indebida pero en realidad estaba tratando de salvar mi vida.